Francia le advirtió a Italia que "habrá consecuencias" si persiste en su actitud de rechazar el desembarco de migrantes rescatados del mar Mediterráneo, como ocurrió la semana pasada con el Ocean Viking. Lejos de mostrarse dialoguista, el vicepresidente del gobierno italiano y líder de la Liga, el ultraderechista Matteo Salvini, prometió "mano dura" contra las ONG que rescatan personas en el Mediterráneo, a las que se van a imponer "multas", "incautaciones" y "más controles".
"Habrá consecuencias si Italia persiste en esta actitud", afirmó la ministra francesa de Exteriores, Catherine Colonna, en una entrevista publicada el domingo en el diario Le Parisien, en la que lamenta "el rechazo obstinado y la falta de humanidad" del gobierno de Roma. Colonna recuerda que Francia ya suspendió el dispositivo de relocalización de migrantes procedentes de Italia y reforzó los controles en las fronteras francoitalianas con la esperanza de que Roma entienda el mensaje.
"Italia no respeta ni el derecho internacional ni el derecho del mar. La regla es la del puerto seguro más cercano, el barco estaba cerca de las costas italianas", subrayó la ministra francesa. Colonna destacó que la decisión italiana "es chocante" debido a que "los mecanismos europeos de ayuda funcionan", como muestra el hecho de que once países europeos acordaran con Francia acoger a buena parte de los rescatados del Ocean Viking.
El nuevo Ejecutivo que preside la ultraderechista Giorgia Meloni ha emprendido una batalla para dificultar la labor de las asociaciones que salvan inmigrantes en el Mediterráneo, a las que acusa de fomentar el flujo desde África, lo que abrió un enfrentamiento entre Francia e Italia sobre los barcos de las ONG.
En sus redes, el ultraderechista italiano Salvini aseguró que "el gobierno está preparado para tener mano dura con los desembarcos" y agregó el eslogan: "El que se equivoca, paga". El socio de Meloni, que también es ministro de Infraestructuras, ordenó por decreto que solo desembarquen de las naves humanitarias las personas que, previa inspección médica a bordo, fueran consideradas vulnerables. Las restantes deben quedarse dentro para luego ser devueltas a aguas internacionales.