Cuando falta un mes para las primarias de agosto, el presidente Mauricio Macri viajó a Córdoba para hacer anuncios en tono electoral y apuntalar la figura de su candidato, Héctor “la coneja” Baldassi. En ese plan, ofreció una conferencia de prensa acompañado por el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, el postulante a diputado por Cambiemos y el gobernador peronista Juan Schiaretti. En medio de sus clásicas críticas al kirchnerismo, a la “mafia judicial” y su reclamo para bajar impuestos, surgió un contrapunto con el mandatario provincial que si bien transcurrió entre risas de ocasión dejó en evidencia las tensiones que existen incluso con uno de los dirigentes peronistas aliados a la Casa Rosada.
Durante su discurso y reconociendo que ayer estaba “muy manguero”, Macri le pidió al cordobés que baje los impuestos con el supuesto objetivo de alentar inversiones. “He leído en una nota que se quejan de los altos Ingresos Brutos que hay en Córdoba, como en toda la Argentina. Tenemos que trabajar realmente en una reforma impositiva, yo lo anuncié el primero de marzo (al inaugurar el período de sesiones ordinarias del Congreso) y se ha avanzado poco”, reclamó el líder del PRO.
En ese momento, Schiaretti, flanqueado por el diputado Baldassi y Dietrich, replicó que lo hará “cuando la Nación nos devuelva lo que nos corresponde desde hace más de 30 años”, en alusión a impuestos que retiene el Estado nacional.
Macri le devolvió la crítica con cierto humor: “‘A vos no te ha ido mal, gordito’ como decía Alfonsín”, dijo en referencia a una famosa frase del ex presidente radical, cuando discutió con un manifestante durante un acto. Inmediatamente, Schiaretti le volvió a contestar: “Pero tuvimos que ir a juicio”, recordó, ya que vía fallo de la Corte Suprema la provincia recibió unos 6 mil millones de pesos de fondos previsionales. Para que el episodio no terminara de empañar la conferencia de prensa, el gobernador dijo valorar el aporte de Nación de los dos mil millones de pesos para la ruta 36, “es decir un 25 por ciento de su costo final”.
Más allá de la buena relación personal entre ambos dirigentes, el vínculo entre el mandatario peronista y la Casa Rosada ha tenido momentos de distanciamiento y acercamiento. En abril, Schiaretti responsabilizó al Gobierno nacional por el incremento de las cifras de pobreza en su provincia, lo que provocó malestar en el macrismo. Por otro lado, la buena sintonía le valió al PRO la protesta de la UCR, que le recrimina el trato amable con el peronismo en detrimento de sus socios de Cambiemos.
El cruce de ayer también se vio atravesado por las elecciones, ya que el actual vicegobernador, Martín Llaryora, encabeza la lista del PJ impulsada por Schiaretti, que competirá con la lista de Baldassi y la UCR.
Córdoba es un bastión importante para el macrismo, ya que gran parte del triunfo electoral de Cambiemos en 2015 se lo debe a la gran cantidad de votos que obtuvo el líder del PRO.