Primero fueron las condiciones meteorológicas, después una falla mecánica las que impidieron, desde hace once días, que un avión sanitario gestionado por el gobierno bonaerense y el Ministerio de Defensa de la Nación trasladara a las dos víctimas que quedaron internadas en Mendoza, tras el vuelco del micro en el que fallecieron quince integrantes de la escuela Soul Dance Studio, del partido bonaerense de Grand Bourg. Pablo Giménez, hermano del coreógrafo internado, dijo a PáginaI12 que “nos vienen bicicleteando desde el lunes de la semana pasada y estoy desesperado. Claudio tiene que ser operado con urgencia para tener posibilidades de recuperación. Hoy (por ayer) iban a trasladarlo, lo volvieron a postergar y los días siguen pasando”, explicó. La otra paciente internada es una niña con fractura de tibia, que también requiere cuidados para su transporte. Con el hashtag #losolvidadosenmendoza, amigos, familiares y la comunidad de la escuela de danzas piden que sean trasladados sin más demoras.
Claudio Giménez tiene 41 años y es el creador del instituto de danzas. Agustina Leiva, de 7 años, es una de las alumnas que asistía al estudio ubicado en José de San Martín 1572, a pasos de la estación del tren Belgrano Norte, que hoy, a tres semanas de la tragedia, permanece con sus puertas cerradas. Ambos permanecen internados en el Hospital Teodoro J. Schestakow, en la capital mendocina, y ambos estaban listos para ser trasladados por un avión Hércules once días atrás.
El hermano del director de la escuela explicó, desde Mendoza, que “Claudio tuvo un neumotórax que casi lo mata. Ahora tiene fractura de cadera, pelvis y tres costillas. Lo más complicado es que le estalló la pelvis y necesita una cirugía urgente, porque el tiempo que pierde es tiempo vital para poder tener posibilidades de recuperarse, según lo que me explicó un especialista. Es una lesión muy grave, y está muy medicado por los dolores”.
A la fuerte medicación, se suma que el coreógrafo sufre una amnesia parcial y no recuerda nada del accidente, por lo que aún no tomó dimensión de lo sucedido aquel domingo 25 de junio, cuando a las tres y media de la tarde en la ruta nacional 144, a la altura de Cuesta de los Terneros, el micro volcó con la delegación de la escuela. Los alumnos bonaerenses habían viajado a la provincia para participar de un concurso de baile en el teatro Roma de San Rafael.
“El lunes pasado, tanto Claudio como Agustina estaban en condiciones de viajar. El Hércules iba a venir a buscarlos pero por cuestiones climáticas finalmente no salió. Para hoy (ayer) habían confirmado el vuelo, y tampoco vino. Esta vez, dijeron que el avión había sufrido una falla mecánica”, contó Giménez desde la sala de espera del hospital.
“Nos volvieron a prometer que mañana (por hoy) se va a realizar el traslado. Como lo dijeron durante toda la semana pasada. Me siento en un teléfono descompuesto y estoy desesperado. Necesito que nos den una respuesta”, remarcó.
En tanto, Agustina, quien perdió a su madre, permanece acompañada por su abuela Mirta y su papá. Con una fractura de tibia y con un tutor externo, se recupera después de haber estado internada varios días en la terapia intensiva del hospital pediátrico Humberto Notti, de Guaymallén, desde donde fue trasladada, el martes, al Schestakow de San Rafael. A diferencia de muchos de los sobrevivientes, la niña recuerda lo sucedido y por ese motivo cuenta con asistencia psicológica.
La profesora Daniela Acosta, integrante desde hace 15 años del Soul Dance, dijo a este diario que “lo que están haciendo es un manoseo con los dos. A Claudio lo durmieron para trasladarlo y se despertó en el mismo lugar. Es muy angustiante y queremos hacernos escuchar”.
La profesora contó que entre los sobrevivientes hay muchos que están bajo tratamiento psicológico o psiquiátrico. “Algunos se acuerdan de todo, otros no recuerdan nada. Muchos no pueden dormir y todos están schokeados. La mayoría eran chicos chicos. Pero también las madres que viajaban acompañandolos están en la misma situación, tratando de entender lo que pasó”, señaló.