El 30 de junio de 2006, los hospitales de Múnich vivían un pico de consultas de personas con accidentes cardíacos. A 600 kilómetros, en el estadio olímpico de Berlín, el “Cuchu” Cambiasso se paraba frente a Jens Lehmann y se disponía a patear el último penal de los cuartos de final del Mundial que le dio a Alemania el pase a la semifinal.

Ocho años antes, el 30 de junio de 1998, los hospitales británicos recibieron un 25 por ciento más de pacientes cardíacos en sus salas de urgencias. En el estadio Geoffroy-Guichard, en Francia, Carlos "Lechuga" Roa le atajaba el quinto penal a David Batty y se quedaba con los octavos de final en sus manos. Esa semana, el editorial de la revista New England Journal of Medicine pidió a la FIFA eliminar las definiciones por penales por cuestiones de salud pública. 

El 2 de julio de 2010, una mujer de 39 años era internada con un infarto agudo de miocardio en una clínica de Montevideo. El caso es analizado y bautizado por una revista uruguaya de cardiología como el “síndrome de Abreu”. Según pudieron analizar, el accidente cardíaco se produjo justo cuando el “Loco” se la picaba al arquero de Ghana y le daba a Uruguay el pase a la semifinal. La mujer sobrevivió, recibió el alta a los cinco días. Uruguay, en cambio, cayó ante Holanda y quedó eliminado de la Copa del Mundo.

El 20 de noviembre de 2014, el “Tano” Pasman estaba viendo la semifinal de la Copa Sudamericana entre River y Boca cuando sintió que el pecho le oprimía. Pasman se había hecho famoso en las redes sociales unos años antes, por sus gritos y nervios al borde del infarto cuando River descendió tras caer derrotado ante Belgrano. 

Por eso, fue a consultar a su médico, que le dijo que sufrió una isquemia y le recomendó que “para los partidos chivos” se tome un tranquilizante. Afortunadamente, para él y su corazón, siete días más tarde, en el partido de vuelta, Pisculichi puso el 1 a 0 y le dio Marcelo Gallardo el pasaje a la final y, después, la copa.

¿Suben los infartos durante el Mundial?

Estos y otros ejemplos los relata el reconocido médico cardiólogo Jorge Tartaglione. “Hay una relación entre el cerebro y el corazón”, explica a Página/12 el autor del libro El cerebro que late (2013, Editorial Planeta). “Cuando el cerebro y el corazón funcionan bien, la relación es amistosa. Pero cuando se pone turbulenta, el cerebro puede impactar fuerte sobre el corazón”, añade a su explicación.

Y sí, el fútbol, que despierta pasiones en todo el mundo, no es un fenómeno que esté exento de ser el responsable de generar esas “turbulencias”. Más todavía si se trata de una competencia tan esperada y sobre la que se ponen tantas expectativas como lo son los mundiales. Este es un dato que no se debe pasar por alto, sobre todo para los pacientes de riesgo y con antecedentes cardíacos.

Entonces, expectativa, emoción, Mundial y una definición por penales pueden ser un combo letal: “Hay una descarga que hace que la arteria se cierre, impida el flujo de sangre y si la arteria es de las más grandes del corazón, se puede producir un infarto grande y con eso, la muerte. Si sos un paciente cardíaco, el cierre es mayor”, explica el médico sobre las consecuencias del sobreestímulo mundialista en el corazón.

Esto lo tiene muy claro el “Tano” Pasman. Por eso la organización arrancó desde temprano. En diálogo con Página/12 repasa el cronograma de partidos y, en tono calmo, explica que por los horarios cree que los partidos los verá desde la casa. Aunque, claro, no descarta que el encuentro con Polonia, el miércoles 30 de noviembre a las 16, vaya a verlo a algún bar con amigos. Y explica que para él no es un mundial más: “Es especial porque es el último de Messi y tengo muchas ganas de que lo gane. Creo que merece salir campeón. Además, es un mundial que tiene grandísimas figuras y va a estar bueno”.  

Las recomendaciones de los especialistas

Tartaglione enumera una serie de recomendaciones para reducir el riesgo de sufrir un infarto producto de “síndrome de Abreu”, y explica que si bien todos pueden sufrir un accidente cardíaco, el riesgo se multiplica en quienes ya sufrieron eventos de este tipo o quienes tiene factores de riesgo:

1. “Si sos un paciente cardíaco, no dejes de tomar la medicación”, señala Tartaglione y puntualiza, sobre todo, en el partido que Argentina juega a las 7 de la mañana.

2. “Si sos paciente cardíaco y te hace mal el fútbol, intentá no mirar los partidos o hacelo con alguien que esté tranquilo y con un relator que no te ponga nervioso”, añade.

3. “Evitar la comida abundante, el alcohol y el tabaco antes y durante los partidos”, agrega el especialista y apunta a que estos son tres factores que incrementan notablemente los riesgos. 

"Hay que alentar de corazón"

Pasman no da un consejo para los fanáticos de La Scaloneta. Claro está, él no se caracteriza por ser un hincha tranquilo, sino que lleva la emoción en la piel. “Yo creo que no está mal vivirlo con intensidad. La alegría y la tristeza no hay maneras de manejarlas”, dice el “Tano”. 

Y reproduce una frase que escuchó y le quedó grabada: “Es fútbol y hay que darle la trascendencia que tiene. Dentro de las cosas menos importantes de la vida, para algunos el fútbol es lo más importante”. 

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