Los ataques con armas en las escuelas y universidades no cesan en Estados Unidos. Este lunes, dos hechos de extrema violencia dejaron siete estudiantes muertos y dos heridos de gravedad. Los incidentes ocurrieron en Virginia e Idaho, fuera de los campus: en un micro escolar en Virginia y en una residencia cercana al centro de estudios de Idaho. Por el momento, los agresores están prófugos.

"Este es un incidente traumático para todos en nuestra comunidad, y hemos cancelado las clases de hoy”, dijo Jim Ryan, presidente de la Universidad de Virginia (UVA), en Charlottesville, donde ocurrió uno de los ataques que dejó tres muertos.

Según informaron los medios locales, en la tarde de este lunes, la policía buscaba activamente al sospechoso del tiroteo, Christopher Darnell Jones Jr, alumno de esa casa de estudios. El campus fue acordonado y la zona vigilada por helicópteros.

Además, el director precisó que “se pondrá a disposición de los estudiantes y del profesorado asesoramiento y apoyo psicológico”.

En tanto, el gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, indicó que las autoridades locales coordinan con la policía estatal la seguridad de la universidad. "Por favor, aíslense mientras las autoridades trabajan para localizar al sospechoso", pidió en Twitter.

Este trágico incidente rememoró lo ocurrido en abril de 2007, cuando Virginia se vio sacudida por un estudiante que mató a tiros a 32 personas en el campus de la Universidad Tecnológica de Virginia, en Blacksburg, antes de suicidarse.

Idaho

Una segunda tragedia afectó a la Universidad de Idaho, en el estado homónimo del oeste del país, donde la policía anunció que investiga la muerte de cuatro estudiantes hallados en una casa cercana al campus, aparentemente "víctimas de homicidio".

Los agentes respondieron a una llamada en la ciudad de Moscú, cerca de la Universidad, sobre una persona que se hallaba inconsciente. "Al llegar, descubrieron a cuatro fallecidos", informó la Policía.

"Con profunda tristeza comparto con ustedes que la universidad fue notificada hoy de la muerte de cuatro estudiantes de la Universidad de Idaho que vivían fuera del campus y que se cree que fueron víctimas de homicidio", dijo el presidente de ese centro, Scott Green, en un comunicado.

Además, la Universidad de Oakland, cerca de Detroit, en el norteño estado de Michigan, pidió este lunes a sus estudiantes y personal no acudir al campus, pues "la policía sigue buscando a dos sospechosos armados" avistados a primera hora de la mañana.

Los tiroteos en centros de estudio son habituales en Estados Unidos, y cada vez reviven el debate sobre una mejor supervisión de las armas de fuego.