Firmó contrato con 16 años, le ofrecieron renovar cuando ya mostró cualidades de jugador de Primera, nunca aceptó y se va sin dejarle a Central ninguna posibilidad de recuperar lo invertido en su formación. Mateo Tanlongo deja Central de la peor manera, con el pase en su poder y seducido por los euros de Portugal, pero no es el verdugo de la historia. En Central el conflicto entre jugadores y directivos tiene una larga historia pero la salida del volante central deja indefensa a la institución. Tanlongo se fue a Sporting Lisboa con contrato por cinco años y clausula de rescisión de 60 milllones de euros. Por derechos de formación los canayas apenas si podrán reclamar 180 mil dólares.
Central hace contrato compulsivo a sus juveniles, a modo de preservarse ante de su irrupción de Primera. Ese primer vínculo que firma cada juvenil son por sumas menores por tratarse de un futbolista, apenas si representa un sueldo. Pero cuando esos jugadores muestran cualidades en la máxima categoría la dirigencia entiende que saca provecho manteniendo el contrato bajo y demora cualquier conversación de renovación. Un caso testigo es el de Tanlongo. Firmó vínculo con el club a los 16 años por una cifra menor, al punto de estar entre los sueldos más bajos. Y cuando Central le propuso renovar el futbolista ya no quiso tener más vinculación con los directivos.
El juvenil, además, fue convocado para jugar en selecciones juveniles y progresivamente apareció en el primer equipo. Se consolidó con Carlos Tevez pero por entones el futbolista, convencido de sus aptitudes, había tomado la decisión de jugar hasta fin de año en Central sin renovar para irse con el pase en su poder. Cuando la dirigencia advirtió de la situación, ya no hubo forma de encontrar en Tanlongo el deseo de seguir en el club, incluso para que Central pueda negociar su pase.
Ayer Tanlongo, de 19 años, se hizo la revisación médica en Sporting Lisboa, club que le ofreció cinco años de contrato. Y para los lusitanos su pase vale 60 millones de euros, lo que significa que creen tener en el chico a un jugador de proyección en el fútbol europeo.
Los directivos aprendieron la lección y con Alejo Veliz reaccionaron de inmediato. Después del gol que el delantero le hizo a Newell’s en el clásico se le ofreció renovar para así mejorar su sueldo. Pero con Tanlongo ya no queda nada por hacer, ni siquiera en el ámbito legal. El club podrá cobrar derechos de formación y nada más dado que Sporting Lisboa lo contrata en condición de libre, es decir sin pagar un solo euro con la firma de su contrato. Tanlongo no tiene pasaporte comunitario pero inició los trámites para obtenerlo el año que viene. “Estoy contento de venir a un club tan grande, feliz de estar aquí cumpliendo mi sueño de chico”, declaró ayer el ex jugador canaya en Lisboa. La tesorería auriazul recibirá alrededor de 180 mil dólares por derechos de formación del jugador. Una cifra insignificante con las expectativas que había en negociar su ficha.