Hace un año, en esta misma sección, mencionaba que la televisión local se caracterizaba por programas de panelismo y por programas de juego y entretenimiento. A esto se le suman, hoy día, los realities shows. La décima edición de Gran Hermano vino a revivir el rating de una televisión que desde hace años ve migrar a su audiencia hacia otras plataformas y redes sociales digitales. Que la gala de eliminación del pasado miércoles 9 de noviembre haya llegado a un máximo de 24,4 puntos de rating implica adentrarnos en las complejidades de los estudios en recepción televisiva donde prima el consumo distractivo y vergonzante en el que muchos opinan, pero nadie lo ve.
Dos décadas después de la primera emisión de este reality, la televisión poco ha cambiado. El panelismo satelital se mantiene intacto y se organiza, ahora, alrededor de Gran Hermano. Según datos recientemente relevados del proyecto de investigación “El panelismo en la televisión contemporánea argentina” **, se emiten 19 programas de panelismo con 97 panelistas, ocupando el 18% del total de tiempo de emisión semanal de programación de los canales privados de aire. Este porcentaje es relativamente alto si tenemos en cuenta que se mide la programación total, es decir, de 24 horas, siendo que en general desde la medianoche hasta las seis/siete de la mañana no se transmite programación o en algunos casos se reitera algún producto.
Panelismo y reality resultan dos productos inseparables en la televisión local, sin uno no podría existir el otro. Durante horas se monopoliza la pantalla con un único tema en un aparente debate sin fin: lxs hermanitxs, la espontánea, las nominaciones, lxs ex participantes. Así la autoreferencialidad televisiva está en su mayor esplendor retroalimentando horas de pantalla y opacando la agenda de tantos otros temas posibles (el paro por tiempo indeterminado de residentes y concurrentes del sistema de salud, entre tantos otros).
Al igual que los datos obtenidos el año pasado, América TV con un 23% y NetTv con un 32% siguen siendo las emisoras en que el panelismo predomina, pero este año se suma una pequeña diferencia. Hasta la salida de Intratables (América TV) el panelismo de actualidad tenía una mayor presencia en la televisión, ahora el 90% del tiempo de emisión de los programas de panel está conformado por magazine y espectáculo, esto es un elemento que ayuda a explicar la tematización constante de Gran Hermano. Además, esta relación simbiótica entre panelismo y reality tienen en común a la productora Kuarzo Entertainment Argentina que produce no sólo a Gran Hermano, sino que es la productora que más horas de pantalla emite panelismo (23%).
Así la televisión actual ya no entra y sale de la casa “más famosa del país”, sino que vive en ella, mientras que los mensajes anónimos en redes sociales discuten con el formato, se enojan y polemizan en un clima exacerbado por las pasiones. Pronto llega el mundial y nuevamente la televisión se reprogramará, Gran Hermano se aggiornará, y podremos ver a través de las pantallas de lxs hermanitxs los partidos del mundial.
* Investigadora del CONICET, docente UBA.
** Equipo de investigación integrado por Paula Gago, Gastón Cingolani, Mariano Dagatti, Mariano Fernández, Marino Cicowiez, Mariana Quaglia, Juan Cavedo, Lucía Wainer y Violeta Gimpelewicz.