Cristina Fernández de Kirchner se comunicó ayer con la dirigente social Milagro Sala, detenida arbitrariamente en la provincia de Jujuy que gobierna el radical Gerardo Morales, socio de Mauricio Macri. Si bien desde el entorno de la ex presidenta y candidata a senadora de Unidad Ciudadana en la provincia de Buenos Aires prefirieron mantener la reserva, el contacto fue confirmado por miembros del Comité por la Liberación de Milagro Sala que destacaron el apoyo que significa para la referente de la Tupac Amaru.
La comunicación entre CFK y Sala tuvo lugar poco antes del comienzo del horario de visitas en el penal de Alto Comedero, donde se encuentra presa desde enero del año pasado. La ex presidenta llamó a la diputada del Parlasur al teléfono que comparten las demás internas de la cárcel jujeña.
Tras el diálogo con la ex presidenta, la dirigente social recibió la visita de su abogado, Eduardo Tavano; el presidente del CELS, Horacio Verbitsky; y el secretario general de la Asociación Trabajadores del Estado de la seccional Capital, Daniel Catalano.
La líder de la agrupación Tupac Amaru fue encarcelada tras la llegada de Morales al gobierno de Jujuy por un acampe en la plaza que se encuentra frente a la gobernación provincial. Tras su arresto por ese hecho fue mantenida en prisión a partir de una sucesión de causas armadas en su contra.
El Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de la ONU advirtió en octubre pasado que la detención de Sala es arbitraria y pidió su liberación. Al reclamo se sumaron luego la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Organización de Estados Americanos, Human Rights Watch, Amnesty Internacional, entre otros organismos internacionales de derechos humanos. Además de Sala son doce los militantes de la organización de Jujuy y Mendoza que se encuentran presos por causas similares.