“Si chicos no tengo
problema, lo entrego voluntariamente. No tiene patrón de bloqueo", dijo Hernán Carrol cuando la querella de Cristina Fernández de Kirchner insistió en que le secuestran el celular el día que fue a declarar como testigo ante la jueza María Eugenia Capuchetti en la causa sobre el intento de magnicidio. La magistrada no tenía interés en quedarse con el aparato, pero los abogados de la vicepresidenta insistieron. Carrol volvió a decir que no tenía a problema y que además usaba otro teléfono, al parecer más relacionado con su actividad política en la agrupación Nueva Centro Derecha. Capuchetti le dijo, al final, que se llevara ese y que dejara el otro para ser peritado. Este episodio ocurrió el 25 de octubre. El 3 de noviembre, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) le entregó al juzgado un informe, al que accedió Página/12, que decía que no habían podido rastrear las comunicaciones y chats porque el teléfono solo tenía información desde el 24 de octubre, el día anterior a la testimonial. Ergo, estaba vacío. No hubo medida alguna sobre esta irregularidad.
Demoras y curiosidades
La jueza, de por sí, había demorado casi un mes en citar a Carrol desde su aparición en el expediente e ignoró los pedidos de la querella para que allanaran su casa y analizarn sus teléfonos. El 29 de septiembre, Fernando Sabag Montiel, preso por ser el hombre que intentó gatillar en la cabeza de la vicepresidenta, presentó una nota manuscrita en la que decía que Carrol debía designarle un abogado privado y que tenía los medios económicos para pagarlo. Sabag tiene defensor oficial e intentó desligarse de él varias veces, pero no consiguió un letrado particular. La nota que aludía a Carrol parecía contener un mensaje del estilo "me metieron en esta, ahora sáquenme". La posible relevancia política de la aparición de este nombre fue advertida inmediatamente por la querella que, por eso, pidió medidas urgentes que no se hicieron en el momento, pese a que cada vez había más información que vinculaba a este dirigente con Sabag y Brenda Uliarte, otra de las detenidas por el intento de magnicidio.
La agrupación de Carrol está alineada con Patricia Bullrich y Javier Milei, con quien se lo ve en fotos en sus redes sociales. El hombre fue candidato a concejal de La Matanza, con una lista de José Luis Espert. En su declaración dijo que gestionó un encuentro entre Bullrich y Milei, y que si bien no es "seguridad" de ellos, les dio ese servicio por entonces. A Brenda Uliarte dijo que la conoció por sus apariciones en Crónica TV, donde criticaba los planes sociales, y que a partir de eso le propuso hacer la charla en Instagram. Después la invitó al cumpleaños de su amigo Martín Almeida, un comediante de su misma agrupación, donde fue con Sabag Montiel. Carrol declaró que no hablaban de política y que ella se la pasaba hablando de sexo. En teoría fue la única vez que la vio. Sin embargo, la querella en la recusación presentada el lunes señala que ella habría estado en una manifestación de Nueva Centro Derecha que no fue investigada por el juzgado.
El día del atentado a CFK, Alemida le había enviado un mensaje a Brenda donde le preguntaba: "¿Se pudrió?".Carrol contó que con Uliarte hablaban a través de Instagram, y que recién le mandó su número de celular después del intento de asesinato para ofrecerle un abogado. Por el análisis del teléfono de la mujer se supo que ella mandó un whatsapp a él el 4 de septiembre, cuando estaban por detenerla. "Soy Ambar", puso. Pero no llegó a recibir respuesta porque quedó presa. Carrol declaró que ella le había sugerido insatalar el sistema de mensajería de "Telegram" y que él no lo había hecho.
Celular vacío
El informe de la PSA sobre el teléfono de Carrol dice que es un aparato marca "LG" y que está en mal estado, con la pantalla rota (tenía fallas en la función táctil), una tarjeta SIM y otra ranura vacía sin tarjeta de memoria.
Para extraer los datos los expertos utilizaron el sistema UFED y apuntaron a buscar lo que les había pedido Capuchetti en un oficio enviado el 28 de octubre: que analizara las conversaciones mantenidas por Carrol a través de cualquier plataforma con Sabag Montiel, Uliarte, Agustina Díaz y Gabriel Carrizo, junto con todos los intercambios que hubiera tenido con Martín Almeida por WhatsApp entre el 10 de agosto y el 5 de septiembre.
El reporte dice que el resultado de la búsqueda fue "NEGATIVO". "Se deja constancia que, durante el procedimiento de búsqueda de los registros solicitados, se visualizó que los mismos registran fechas a partir del día 24/10/2022, no visualizando registros con fechas anteriores a estas". Tampoco encontraron "datos de redes sociales Instagram y Facebook", pese a que tenía instaladas esas aplicaciones sin datos de usuario y contraseña. El informe está firmado por dos oficiales de la PSA y está en poder del juzgado desde hace 13 días, y no hizo nada respecto de este asunto.
Pistas políticas abandonadas
La negativa a secuestrar celulares también fue aplicada por la jueza cuando declararon como testigos, con un mes de tardanza, las dos mujeres que estaban con Gerardo Milman el día que un testigo lo escuchó decir "cuando la maten yo voy a estar camino a la costa". Las mujeres, Carolina Gómez Mónaco, exdirectora de la escuela de inteligencia del Ministerio de Seguridad de Bullrich, a quien Milman secundaba, e Ivana Bohdziewicz, ambas colaboradoras del diputado, intentaron negar su presencia en la confitería Casablanca el 30 de agosto, cuando el testigo Jorge Abello dijo haber escuchado la frase en cuestión y se contradijeron entre ellas. Cuando les mostraron los videos acomodaron su relato. Pero el que terminó denunciado por falso testimonio fue Abello.
A todo esto hay que sumar que la querella de CFK pidió investigar una posible vinculación de Carrol con Milman ya que, según el texto de la recusación, "habría realizado varios viajes al exterior con el jefe de gabinete de la Dirección de Inteligencia Criminal a cargo de Milman en el Ministerio de Seguridad, Fernando Ángel Villares. Esta circunstancia no parece ser concordante con el relato de Carrol, quien se presentó como una persona sin casi recursos económicos".
Nada de esto ni otras cuestiones, también ligadas al financiamiento fueron investigadas. Los abogados José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal escribieron, al explicar sus cuestionamientos a la jueza: "Si esta instrucción la completa María Eugenia Capuchetti, todos seremos noveles Sócrates que solo sabremos que no sabemos nada. Pero no por un ejercicio de mayéutica, sino porque la instrucción habrá estado a cargo de alguien que ni sabe ni quiere investigar".