Desde este viernes hasta el lunes 21 tendrá lugar, entre el Centro Cultural Mariano Moreno (Moreno 431) y el Centro Cultural Recoleta (Junín 1930), el 3° Festival de Improvisación Musical con Señas (FIMS). Será una buena oportunidad para seguir definiendo los ejes de una disciplina artística en pleno desarrollo en nuestro país, que desde la práctica sonora se propone como un espacio de encuentro, formación y creación. El evento, que se articulará en laboratorios de investigación artística, talleres, jams y conciertos, está dirigido a estudiantes de música de todos los niveles, músicos profesionales, directores y docentes (quienes podrán participar con instrumentos melódicos, armónicos, rítmicos o voces), como así también a artistas de otras disciplinas: actores, bailarines, artistas plásticos, que quieran conocer prácticas de creación multidisciplinaria.
“El FIMS se caracteriza por trabajar sobre los tres métodos de improvisación dirigida más utilizados en el mundo: ‘Conduction’, ‘Soundpainting’ y ‘Ritmo y Percusión con Señas’, comenta a Página/12 María Fernández Cullen, flautista, investigadora y directora del festival impulsado desde la Asociación Civil Música en el Aire. “Son métodos que si bien en distintos lugares del mundo tienen muchos años, en Argentina recién estamos conociendo. Salvo el caso de ‘Ritmo y Percusión con Señas’, que acá en la última década Santiago Vázquez puso a punto con La bomba de tiempo. Por eso resulta importante la visita desde Brasil de un especialista como Ghuilherme Peluci, que tendrá a su cargo el laboratorio de ‘Conduction’, en el que se ponen en juego también aspectos de la filosofía comunitaria, la práctica del momento, y la responsabilidad compartida”, agrega Fernández Cullen.
“La figura del director resulta crucial en este tipo de prácticas espontáneas. Es él el que promueve y coordina lo que se va produciendo en tiempo real, el que administra las propuestas que surgen de distintos lugares al mismo tiempo, organizando el discurso y ayudar al diálogo y la participación de todos”, enfatiza Fernández Cullen e insiste en que no es necesario tener experiencia en improvisación para ser parte de los grupos y que no se trabaja tanto sobre un estilo musical específico cuanto sobre las mixturas posibles. “Los ensambles son heterogéneos por naturaleza, mientras más diverso es el grupo más rica va a ser la música. Dependerá de la habilidad y la intuición del director para sacar lo mejor de cada uno y articularlo en su discurso”, asegura.
Luciano Fernández tendrá a su cargo el laboratorio “Ritmo y Percusión con Señas”, mientras “Soundpainting” será dictado por Sathya Socolovsky, con Manuel Rubio como soundpainter invitado. “Desde la improvisación por señas es muy interesante el trabajo que conjuga distintas disciplinas, en este caso música y artes visuales, porque las señales del director atraviesan los distintos campos y desde ahí se interpretan”, explica Fernández Cullen. Los laboratorios de investigación se extenderán por tres días con una presentación final el lunes en el cierre del festival. Habrá también talleres, como “Una orquesta improvisada”, que el lunes dictará la misma Fernández Cullen, y “El cuerpo que canta”, por Mariana Debenedetti, el domingo, entre otros. La información completa sobre el festival se encuentra en https://musicaenelaire.com.ar/ “Es importante que cada laboratorio tenga su cierre con la muestra de lo que trabajamos, aunque nuestro foco está puesto en el proceso de trabajo, en el proceso creativo, más que en un resultado que nunca es el final”, concluye Fernández Cullen.