Tras un pedido de informes de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Fabricaciones Militares confirmó que había habilitado al Ejército a realizar prácticas militares en parte del predio donde funcionó el Grupo de Artillería 141 de José de la Quintana, provincia de Córdoba, pero sostuvo que fue lejos del sector señalizado hace algunos meses como sitio de memoria. “Nuestro compromiso es con la memoria y los derechos humanos”, aseguró el director de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa, Eduardo Jozami.

A fines de octubre, organismos de derechos humanos, agrupaciones sociales y vecinos y vecinas del centro de Córdoba denunciaron que el Ejército argentino intervino con ejercicios militares en el ex GA 141. En el predio, de cerca de 900 hectáreas, funcionó un centro clandestino de detención, tortura y exterminio durante la última dictadura, espacio que fue señalizado en julio. Otro sector, alejado y lindero con el edificio en ruinas, donde funcionó una fábrica de armamento, está protegido con una medida judicial debido a que se sospecha que allí hubo enterramientos clandestinos.

Vecinos del lugar y referentes de Refugio Libertad, el proyecto de recuperación que, enmarcado en el linaje de memoria, verdad y justicia, funciona dentro del ex GA denunciaron estallidos de bombas, disparos de metralletas y vuelos rasantes desarrollados entre el 21 y el 21 de octubre, dentro del ex predio militar. Las maniobras coincidieron con la primera visita de estudiantes secundarios al sitio de memoria.

La APDH realizó un pedido de informes al Ministerio de Defensa, que recogió respuestas de las áreas a cargo del lugar. “En ningún momento fueron vulnerados ni el sitio de la memoria, ni la zona interdicta –en referencia a la porción de tierra bajo investigación del Juzgado Federal 3 de Córdoba–”, sostuvo en una misiva Iván Durigón, titular de Fabricaciones militares, que tomó como parámetro las explicaciones ofrecidas por el Ejército al asegurar que el predio señalado por testimonios como destino de enterramientos clandestinos durante el terrorismo de Estado “se halla a más de 500 metros del lugar de las actividades –los ejercicios militares–, tras un mamelón de considerable altura, por lo cual el mismo no habría sufrido ningún deterioro respecto de su condición anterior”.