Un temporal de viento, granizo y agua tiró paredes de madera, voló chapas, y provocó el derrumbe de la parte superior de algunas casas de material en la localidad de General Ballivián, en el norte salteño. También fueron afectadas las instalaciones eléctricas y se registraron pérdidas de objetos por efecto del agua.
La descripción fue detallada por Laurentina Nicacio, presidenta de la Fundación Juala (Juntos y unidos ante la adversidad), de Ballivián, municipio del departamento San Martín. Estas fueron las consecuencias que sufrieron en el pueblo, tras una tormenta que se desató justo al terminar la medianoche del viernes último.
Nicacio afirmó que a algunas de las familias cuyas viviendas quedaron sin techos solo les dieron “media bolsa de clavos” para volver a colocar las mismas chapas que el viento levantó. Pero ocurre que en muchos casos estas chapas quedaron dobladas por la fuerza del viento y no están en las mejores condiciones.
“Perdieron todo”, afirmó Nicacio, y lo mismo dijo el concejal Santiago Alcoba, al referirse a las familias más afectadas. La percepción no fue distinta de parte del intendente, Samuel Córdoba, quien ayer se encontraba en la ciudad de Salta para gestionar fondos; sostuvo que la tormenta había hecho “un desastre” en la población. Por su parte, la encargada de la oficina de Asistencia Social de Ballivián, Luciana Flores, afirmó que se encontraban buscando la forma más adecuada de maximizar los recursos para ayudar a las familias.
Una colecta
La referenta de Juala indicó que unas 300 familias quedaron afectadas y “muchas de las viviendas precarias perdieron todo”. “Las paredes están tiradas y otras rotas por completo. Otras, que ni pensamos que se podían derrumbar, se derrumbaron”, dijo. Incluso su familia tuvo problemas con el cableado de electricidad que casi origina un incendio.
Los derrumbes que sorprendieron fueron los de las construcciones de piezas de cuatro por tres metros que fueron levantadas durante el gobierno de Juan Manuel Urtubey. En este caso, sostuvo Nicacio, se dieron con que algunas no tenían columnas.
En el caso de las viviendas precarias hechas con madera y chapas, el problema fue la voladura de techos a raíz de los vientos, y la caída de las maderas.
“Del total de familias, hay entre 15 y 16 que perdieron todo”, sostuvo Nicacio. Entre ellas, comentó el caso de una abuela que vive con su nieta de 12 años. La niña tiene parálisis cerebral y se encuentra postrada. En este caso “el viento se llevó las chapas” y las dejó con la vivienda al descubierto.
“Nadie vino a ver el problema de la electricidad y algunos me contaron que el intendente dijo que soy de la Fundación y no necesito ayuda”, denunció la joven, quien es integrante del Pueblo Wichí de Ballivián. Aseguró que si bien algunos integrantes de las familias que tienen conocimiento sobre electricidad se ofrecieron a realizarlos, el problema es siempre el dinero. Como ejemplo de lo “menos costoso”, puso el hecho de que hay que restablecer postes de luz que cayeron y cablear algunas viviendas. En algunos casos se necesitan 20 metros de cable. Y el precio por metro es de 1300 pesos.
Frente a ello se lanzó una campaña de colecta para reunir fondos para ese fin. Quienes puedan aportar dinero, deben hacerlo al CBU 19100858-55008559720046, o para aportar materiales, deben comunicarse a los teléfonos 3875512786, 3876115677 o 155102896.
Una población con 60% de habitantes originarios
“Las familias que perdieron todo son más de la comunidad Tres Lapachos”, dijo a Salta/12 el concejal Santiago Alcoba, integrante también pueblos originarios. Criticó al intendente Córdoba al sostener que “solo anduvo dos horas por la zona”, y no dió la asistencia suficiente.
“En el municipio no tenemos mucho para ayudar”, dijo por su parte el mandatario comunal. Afirmó que en Ballivián entre el 60 y 70 por ciento de sus habitantes son integrantes de comunidades indígenas. La vulnerabilidad es alta y los recursos propios al interior de cada grupo familiar, insuficientes.
“Me vine a Salta a hacer los trámites en Desarrollo Social y en el gobierno para que nos den una ayuda. Y hace un ratito hablé y me dijeron que nos darán colchones, chapas y módulos alimentarios. Pero estoy gestionando fondos para poder ayudar más. Pues hay que comprar tirantes para sostener algunas casas”, dijo Córdoba. Su respuesta fue ante las advertencias de Desarrollo Social de la provincia, desde donde informaron a este medio que esperaban que la intendencia acerque un relevamiento de las familias afectadas.
El jefe comunal afirmó que la situación vivida con el temporal de la medianoche del viernes los "ha superado” y hay alguna que otra colaboración de intendentes vecinos del municipio.
Uno de los proyectos que venían desarrollando desde la comuna era la construcción de piezas de madera de 6 metros por 3 metros, la obra estaba a cargo de integrantes de las comunidades y recibían un pago por ello. Esta obra se hizo, dijo Córdoba, como una forma de dar una solución paliativa al problema y emergencia habitacional que se vive en el Chaco salteño y sobre todo en comunidades alejadas. En Ballivián hay parajes que hasta a 60 kilómetros. Todos ellos rodeados por desmontes y a los que se llega por caminos que se vuelven intransitables durante la época de lluvias.
Flores, por su parte, confirmó que en el caso de la nena que se encuentra postrada y está a cargo de su bisabuela, “se consiguió una habitación para ellas solas en el albergue municipal”, con algunas comodidades que podían darles frente a la emergencia.
Afirmó que el caso de esta criatura está contenido por el municipio dado que cuando fue trasladada desde otra provincia se hicieron los trámites para que su cuidadora cobre la pensión por discapacidad y la niña sea incorporada al Programa de Discapacidad de la provincia. “El sábado a la tarde la señora quiso ir a su casa. Ayer (por el lunes) la fueron a visitar trabajadores de la Municipalidad para ajustar paredes y chapas. Pero ella no los dejó, quería que le volteen toda la casa y le hagan una nueva. Y eso no está al alcance del municipio”, contó la asistente social.
Añadió que mientras tanto se buscan soluciones en las que puedan participar no solo agentes municipales sino también de la comunidad.