La cumbre del G20 terminó este miércoles en la isla indonesia de Bali con un llamado a poner fin al conflicto entre Rusia y Ucrania y sus graves consecuencias para la población mundial. La reunión de los líderes de las principales economías del mundo se vio sacudida por los bombardeos rusos el martes contra Ucrania y la caída de un misil en Polonia, lo que hizo temer una escalada del conflicto. Estos hechos no impidieron la adopción de un comunicado conjunto al terminar la cumbre.
"Es la primera declaración conjunta que se realiza desde febrero de 2022", celebró el presidente del país huésped, el indonesio Joko Widodo, quien reconoció "discusiones muy duras" para alcanzar un acuerdo unánime. La declaración "reconoce otros puntos de vista", pero afirma que "la mayoría de los miembros condenaron firmemente la guerra en Ucrania y destacaron que está causando un inmenso sufrimiento humano".
El documento también apunta que el conflicto "afectó aún más negativamente la economía global" y declara "inadmisible el uso de armas nucleares" o la amenaza de recurrir a ellas. La inseguridad alimentaria y energética figuró como una de las principales preocupaciones del encuentro, en el que participaron algunos de los países más castigados por esta suba de precios como Turquía o Argentina. En ese sentido los países del G20 solicitaron la extensión del acuerdo entre Kiev y Moscú para la exportación de granos ucranianos por el mar Negro, que culmina este sábado.
La cumbre en la paradisíaca isla indonesia estuvo precedida por una larga reunión entre el presidente estadounidense Joe Biden y su par chino Xi Jinping, en la que ambos trataron de ponerle límites a su creciente rivalidad. Aunque China evitó condenar el conflicto en Ucrania y criticar directamente a Moscú, Xi llamó a ambas partes a negociar, reiteró que su país está "muy preocupado" por la situación y se manifestó "del lado de la paz".