El Gobierno reivindicó el accionar policial contra los despedidos de PepsiCo y justificó la represión. “La policía actuó como tiene que actuar”, dijo el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, y afirmó que la gobernadora María Eugenia Vidal estuvo todo el tiempo al tanto del operativo de desalojo. Ritondo argumentó que se cumplió una orden judicial y tildó de violentos a los trabajadores que reclamaban por la continuidad de sus fuentes de empleo ante la decisión de la empresa de cerrar la fábrica.
A pesar de que las imágenes mostraron el violento accionar de la Policía Bonaerense y la Gendarmería en el desalojo de los trabajadores despedidos de PepsiCo, Ritondo consideró que los integrantes de esa fuerza que participaron del operativo "fueron respetuosos con la decisión” de la jueza Andrea Rodríguez Mentasty, quien ordenó sacar a los trabajadores de la fábrica.
“Somos el brazo de la Justicia y se actuó acorde a los protocolos porque no había armas letales y se avisó con tiempo para que se desaloje”, dijo el funcionario bonaerense, quien al tiempo que defendió a los policías acusó de violentos a los despedidos. “Recibieron a los efectivos de seguridad con agresiones, tiraron tachos de pintura de 5 litros. Ahí se ve de donde viene la violencia”, añadió Ritondo, quien aseguró que hubo 15 policías heridos.
Los trabajadores que defendían sus puestos de trabajo ante la decisión de PepsiCo de cerrar su planta fueron reprimieron violentamente con palos y gases. En su avance, la policía cargó también con integrantes de organizaciones sociales, políticos e incluso periodistas que daban a cuenta de lo que pasaba en ese lugar.
“Tratamos de hacerlo pacíficamente, lo hicimos de hecho”, declaró, sin embargo, Ritondo en línea con el jefe del operativo que más temprano, en el momento en que los policías arremetían contra los trabajadores, había dicho que “acá nadie le está pegando a nadie”.
En defensa del accionar policial, el ministro de Seguridad bonaerense dijo que fueron “hombres y mujeres personalmente, no móviles los que avanzaron” sobre los trabajadores. “Se avisó pero la resistencia fue a los piedrazos y tirándoles matafuegos”, insistió
Ritondo minimizó aún más la situación de vulnerabilidad que atraviesan los empleados despedidos. “Por lo que tengo entendido, más del 90 por ciento ya había negociado con la empresa y había un grupo reducido que estaba tomando la planta”, manifestó. En ese marco agregó: “Este es un tema laboral y no de seguridad.”
Contra el cuadro que intentó pintar Ritondo, los trabajadores relataron que la infantería “entró rompiendo todo”, con palos y gases lacrimógenos.
Ritondo reveló que Vidal siguió las alternativas de la represión en todo momento. “A la gobernadora son temas que le preocupan, por eso la tuve al tanto desde las primeras horas, ni bien se dictó la orden de desalojo”, relató Ritondo.
Por su parte, el fiscal del, caso Gastón Larramendi, justificó su decisión de iniciar la causa por “usurpación” y “despojo ilegal de una propiedad”. “Había advertido que había un alto riesgo ambiental en el lugar”, argumentó y explicó en esa línea que “las oficinas de la fiscalía están en frente de la planta y yo veía que al lado de los tanques abiertos había gente prendiendo fuego gomas”.
Larramendi no quiso contestar si efectivamente se había pensado en algún momento realizar el desalojo por la noche como habían denunciado algunas organizaciones sociales. “A mí no me gusta penalizar por penalizar”, argumentó y aseguró que “siempre se intentó un diálogo con los abogados, a los que se les dijo que esto tarde o temprano iba a tener que resolverse”.
Por otro lado, el fiscal precisó que tres personas habían sido “demoradas”. “No hay ninguna persona aprehendida además ninguno de los tres eran trabajadores de la empresa, según pudimos comprobar”, afirmó.