Una de las hijas de la mujer que desapareció hace 10 años y a quien se sospecha que pertenecen los restos hallados enterrados en una vivienda de la localidad bonaerense de González Catán, reconoció las prendas encontradas como pertenecientes a su madre, en tanto la Justcia aguarda el peritaje antropológico que se realizará para establecer si el esqueleto puede ser identificado.

Una de las hijas de Claudia Roxana Reynoso confirmó que la ropa interior y una pulserita roja hallada entre los restos óseos eran de su madre desaparecida hace una década y que, se sospecha, fue asesinada por su esposo, Hugo Leiva, quien se encuentra actualmente detenido por abuso sexual agravado.

Fuentes judiciales confirmaron a Télam que el fiscal Federico Medone, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios de La Matanza, se encuentra tomando declaración a los hijos de Reynoso y a vecinos de la vivienda donde fueron hallados los restos humanos.

El fiscal también remitió los huesos hallados para que el área de Antropología Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación realice peritajes para saber si pueden extraerse rastros de ADN que ayuden a la identificación del cadáver. Las fuentes indicaron que ese peritaje tarda mucho en hacerse, por lo que el fiscal continuará recabando información para establecer la nueva imputación a Leiva.

El hombre, que se encuentra detenido en la Unidad 23 del Servicio Penitenciario Bonaerense en Florencio Varela, ya fue notificado del inicio de la causa por “homicidio”, mientras que el fiscal Medone espera poder indagarlo la próxima semana.

El hallazgo del esqueleto se produjo el martes a la noche en una vivienda ubicada sobre la calle Scarlatti, esquina Durero, de la localidad de González Catán, partido de La Matanza.

Una mujer denunció que su madre había desaparecido hace una década, cuando ella era una nena,  y que su padre, actualmente detenido por abuso sexual en un penal bonaerense, había removido tierra ese mismo día.

Por tal motivo, efectivos policiales, peritos de la Policía Científica y Bomberos de la zona iniciaron excavaciones dentro de la propiedad, donde primero encontraron un cuchillo con mango azul, ropa interior de mujer, una pulserita roja y un cráneo. Los forenses recuperaron el 90% de un esqueleto, que se presume es de una mujer.

Según la denuncia realizada por Mariana Leiva, hija de la desaparecida Claudia Roxana Reynoso, fue uno de sus hermanos quien para esa época vio a su padre, Hugo Alfredo Leiva, remover tierra el mismo día que dejó de ver a su madre, hace 10 años. Ese joven, Emmanuel Leiva, recordó  que aquel día le llamó la atención ver a su padre en esa habitación.

"Vine del colegio y mi mamá no estaba más. Mi viejo estaba en un cuarto donde no había piso. Me resultó raro. Era una habitación donde dormía yo y una hermana. Le comenté a mis hermanos lo que vi, pero éramos chicos y no sabía qué hacer", dijo el joven. Emmanuel agregó que su padre "en ese momento estaba alcoholizado" por lo que recién al día siguiente le dijo que su mamá "se había ido". El joven, que al momento del hecho tenía 12 años, recordó que su padre "a veces se ponía violento cuando estaba borracho".

Por su parte, su hermana y denunciante, contó a los investigadores que su madre era víctima de violencia de género por parte de su padre.

Los investigadores confirmaron que no había registros judiciales sobre una denuncia por la averiguación de paradero de Reynoso.

"Lo denunciaron recién ahora porque eran muy chicos en ese momento --ella tenía 9 años y su hermano, 12--. La denuncia fue porque se enteró de que el padre está por salir en libertad, se quebró y contó lo que vio", dijo un investigador.

Al respecto, el hijo de la víctima aseguró que él y sus seis hermanos no denunciaron a su padre porque le tenían "mucho miedo". "Tenía un carácter fuerte y no sabíamos cómo iba a reaccionar", dijo. "Estoy muy sorprendido, no creía que estaría ahí. Estoy impactado. No creía que mi papá podía hacer eso", finalizó Emmanuel.

Actualmente, Leiva padre se encuentra alojado en la Unidad 23 del Servicio Penitenciario Bonaerense, en Florencio Varela. Fue condenado a ocho años de prisión el 29 de octubre de 2018 por el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de La Matanza por el delito de abuso sexual agravado, indicaron las fuentes.