El opositor Partido Republicano alcanzó este miércoles, como se estimaba, la mayoría propia en la Cámara de Representantes de Estados Unidos para el período legislativo que comenzará en enero, al asegurarse 218 bancas en el conteo de las elecciones de mitad de mandato, lo que dejará un Congreso dividido con un cuerpo para la oposición y otro para los demócratas.
La mayoría republicana en la cámara baja es más reducida de lo que el partido esperaba antes de los comicios del martes de la semana pasada y en el Senado, de hecho, no consiguió quebrar la mayoría oficialista. La oposición republicana necesitaba una ganancia neta de solo cinco bancas para arrebatar a los demócratas la Cámara de Representantes, que tiene 435.
Los republicanos confiaban en tener una mayoría mucho más abultada para complicar la agenda legislativa del presidente Joe Biden e iniciar investigaciones sobre la gestión del Gobierno, pero una ventaja numérica tan mínima como la que parece que será la definitiva complicaría los planes.
El presidente Biden admitió este miércoles a la noche el cambio de manos de la mayoría en la cámara baja y felicitó a la oposición republicana por el resultado. “Los estadounidenses quieren que hagamos las cosas por ellos; trabajaré con cualquiera, republicano o demócrata, que esté dispuesto a trabajar conmigo para obtener resultados para la gente”, dijo el mandatario en un comunicado divulgado por la Casa Blanca. "El futuro es demasiado prometedor como para estar atrapados en una guerra política", agregó.
La noticia surge después de que el exmandatario Donald Trump, cuyo respaldo parece haber condenado a algunos de los candidatos de su partido, anunciara su candidatura a las presidenciales de 2024. Con el aumento de la inflación y la caída de los índices de popularidad de Biden, los republicanos esperaban conquistar el control de ambas cámaras y, por lo tanto, estar en posición de hacer un bloqueo efectivo sobre la mayoría de los planes legislativos de Biden.
En cambio, los votantes demócratas acudieron a votar en masa, impulsados por la anulación del derecho al aborto por parte de la Corte Suprema y recelosos de los candidatos respaldados por Trump que rechazan abiertamente el resultado de las elecciones presidenciales de 2020. Y los republicanos perdieron terreno con candidatos rechazados por los votantes moderados como demasiado extremos. “La votación de la semana pasada fue un fuerte rechazo a los negadores de las elecciones, la violencia política y la intimidación y demostró la fuerza y la resistencia de la democracia estadounidense", dijo el presidente de Estados Unidos en su comunicado.
Despidieron a Pelosi
Por su parte, Biden también felicitó al republicano Kevin McCarthy, elegido este martes por sus pares para ser el líder de su partido en la cámara baja, con 188 puntos a favor contra 31, por la victoria de los republicanos de la mayoría de la Cámara.
El congresista californiano de 57 años, alto miembro del liderazgo republicano de la cámara baja desde 2014, venció a su homologo Andy Biggs, integrante del grupo de extrema derecha Freedom Caucus. Pero las posibles deserciones de la extrema derecha podrían complicar su camino cuando el pleno de la cámara vote en enero.
McCarthy debe ganar la votación en la sesión plenaria del 3 de enero, cuando los 435 nuevos miembros de la cámara baja, republicanos y demócratas, elegirán presidente, el tercer cargo más importante de la política estadounidense después del de presidente y vicepresidente. El llamado "speaker" marca el calendario legislativo, al gestionar qué proyectos de ley van a ser debatidos y cuándo.
Luego de las proyecciones, McCarthy se pronunció en el programa de televisión Fox News donde se jacto de haber sacado del puesto a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. “Esta noche es oficial: el Gobierno unipartido de los demócratas se ha acabado. Hemos despedido a Nancy Pelosi", remarcó. Donald Trump, se jactó de lo mismo en su discurso, donde se postula como candidato, este martes.
El Senado es para los demócratas
El partido de Biden volteó un escaño clave en el Senado en Pensilvania y mantuvo dos más en los estados disputados de Arizona y Nevada, dándoles a los demócratas una mayoría inexpugnable en la cámara alta con cincuenta escaños más el voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris.
La segunda vuelta de las elecciones al Senado en Georgia, prevista para el mes que viene, podría hacer que los demócratas mejoren su mayoría en la cámara alta. El Senado supervisa la confirmación de jueces federales y miembros del gabinete, y contar con este órgano de cien escaños de su lado podría ser de gran ayuda para el presidente estadounidense.
Al igual que Biden, el líder de la mayoría demócrata en el Senado estadounidense, Chuck Shumer, dio la bienvenida a sus oponentes políticos. "Actuamos siempre que podemos desde una perspectiva bipartidista. Damos la bienvenida a los republicanos para trabajar juntos y sacar cosas adelante", dijo Schumer.
Desde el bando contrario también se apostó por acercar posturas. "Hay mucho trabajo por delante. Si queremos soluciones para los estadounidenses deberemos encontrar un terreno común de entendimiento", sostuvo a su vez el senador John Thune.