La muerte autoprovocada fue la salida que halló Samuel Rebollo, un salteño de 20 años que dejó su terruño para apostar a un sueño deportivo. Mientras el futbolero tachaba los días hacia el Mundial de Qatar 2022 la realidad que corre por las venas de chicos con esperanzas de Samu, como le recuerdan sus compañeros de las divisiones menores del Club Atlético Aldosivi de Mar del Plata, bombea al ritmo de otras presiones. Algo que para él podía ser un 'todo' ganó la pulseada, una vez más, con esa sigilosa y perversa máquina que se alimenta de sueños y anhelos para dar vuelta la taba y oprimir a quienes no encuentran la adecuada contención. El deporte prescrito para sanar no es el mismo que el desempeño en alto rendimiento, donde el éxito y la frustración conviven con las necesidades económicas o las expectativas profesionales, haciendo de la ansiedad y la depresión presencias constantes que llega al punto de interpelar a las instituciones deportivas, su legislación, sobre el manejo de este atroz y reiterado presente.
"Se subestima a la ansiedad y no se le da el respeto que requiere", advierte Julieta Jacobo, Licenciada en Psicología (MP 1492) con maestría en psicología del deporte. Su diálogo con Página/12 comenzó con el caso Rebollo, reciente, detectando necesidades del trabajo profesional que no parecen haber crecido a la par de las tristes estadísticas. El temor o la inestabilidad económica, sobre todo para los que viven del deporte, escala a niveles altísimos cuando no se detectan a tiempo. "La presión externa, las expectativas de la familia, la frustración de los padres o su desilusión, el miedo a perder el reconocimiento público, las lesiones recurrentes o tener que volver a empezar", son algunas las características que Jacobo remarca en el coctel que afecta el entorno de un deportista de elite.
"Así como se entrena el cuerpo es importante la salud mental"
Si bien se ha hecho habitual la presencia de un conjunto dedicado a la salud mental tanto en equipos deportivos como en el juego individual a niveles profesionales, no es algo que se encuentre fácilmente en las etapas formadoras. "Hay chicos del interior del país que van a Buenos Aires con 8 o 9 años con objetivos y sueños", señala la especialista. Es la antesala al período con el cual se suele separar la niñez de la adultez, la adolescencia, donde la estadística de muerte autoprovocada es preocupante: "En jóvenes de entre 15 y 29 años, la depresión es la segunda causa de muerte, solamente después de los accidentes de tránsito". En sí mismos, estos números entregados por la Organización Mundial de la Salud no incluyen los casos de comportamientos suicidas que por no llegar al flagelo irreversible nunca se informaron, evitando la estigmatización, según cree la agencia sanitaria de Naciones Unidas. "Con una buena evaluación, se detecta a edades tempranas", insiste la psicóloga que hizo un alto en su agenda de viajes por Sudamérica para lanzar su advertencia.
"También las redes sociales se convirtieron en un aliado que no siempre es bueno, porque puede jugar mucho en lo emocional que las cosas no salgan como la gente esperaba y resulta en un sacudón emocional", acentúa Jacobo. El reciente caso de la nadadora Delfina Pignatiello, que a los 22 años decidió poner fin a su campaña profesional, es un ejemplo. La jovencita se tomó un tiempo de aislamiento de las APP sociales antes de llegar a su decisión, tras sufrir ataques con mensajes de odio que se escudaban en los avatares de twitter o instagram.
Cada caso podría haberse prevenido
Hay una idea en la que estas acciones buscan evitar el sufrimiento sin noción de que la muerte es para siempre, lo cual es un error remarcado por los profesionales. Sin embargo, resulta complejo encontrar aceptación a la preparación psicológica en planteles o cuerpos técnicos que 'se sienten bien'. Para los grupos juveniles, los compañeros de pensiones podrían ser fundamentales al localizar indicadores, señales, que a veces no son percibidos porque no se observan correctamente:
- Cuadros depresivos, dolores, lesiones, adicciones
- Irritabilidad, retraimiento, tristeza, sensación de vacío, desesperanza
- Difucultad para dormir o comer bien
"De la misma manera en que se entrena el cuerpo se debe entrenar la cabeza para cuidar la salud mental, que es de lo que depende todo lo demás", recomienda Julieta Jacobo. Muchas veces no es ni una lesión ni la edad la causa del retiro, sino procesos que dan al deportista la sensación de que ya no es útil en su puesto, desatando conflictos para los que el sistema y sus instituciones deportivas deban contenerlo.