“La fiscalía de los doctores Diego Luciani y Sergio Mola incurre en cualquier maniobra para revivir una acusación que ya fue herida de muerte por las defensas”. El joven abogado Juan Villanueva, defensor de Lázaro Báez, encuadró así un asombroso planteo de Luciani-Mola que cuestionaron que Villanueva haya hecho un pedido de acceso a la información pública con el que demostró que los cráteres que quedaron después de sacar las piedras para hacer las rutas se taparon como correspondía. Los fiscales habían sostenido que esa remediación de canteras (el nombre técnico) se cobró pero no se hizo. Villanueva no sólo recurrió a información oficial sino incluso a Google Maps para arrasar con la imputación dado que utilizó esa herramienta para acercarse a cada lugar donde había quedado un cráter. Tras la intervención final del letrado, el Tribunal Oral Federal número 2 empezó a delinear el cronograma final: se fijó la fecha del martes 29 de noviembre para que Cristina diga sus últimas palabras. Antes que ella, el viernes 25, pueden utilizar ese derecho Lázaro Báez, Julio De Vido y Abel Fatala. Las defensas de los tres le confirmaron a Página/12 que van a hablar.
El último planteo del abogado de Lázaro Báez a Luciani y Mola
Los jueces Rodrigo Giménez Uriburu, Jorge Gorini y Andrés Basso le permitieron a Villanueva contestar el increíble planteo de Luciani-Mola. Sucede que una de las imputaciones se centró en la remediación de canteras. Cuando se construye una ruta, el asfalto hay que colocarlo sobre una base sólida y recién arriba de esa base se pone el asfalto. De lo contrario, el pavimento se hundiría o resquebrajaría. La fiscalía ya había hecho agua en otro punto: mostró fotos en que la base, el terraplén, no se veía y concluyó que tampoco el terraplén se había hecho. Tuvieron que explicarles los ingenieros que en muchos casos, y en especial en la Patagonia, el terraplén se construye bajo tierra para evitar formar montañas, con lo que se evitan anegamientos de agua o nieve. El geógrafo Guillermo Sordo, especialista en obras viales, explicó que “es obvio que no se puede poner asfalto sobre tierra. Se excava un cajón para meter los cimientos”.
El punto es que las piedras que se utilizan para los terraplenes se sacan de canteras, por lo general cercanas. Y no puede quedar un gran agujero porque produce accidentes y una alteración de todo el ambiente. Por lo tanto, el contratista debe rellenar la cantera y, al poco tiempo, crece nuevamente la vegetación. Luciani-Mola afirmaron que el estado pagó ese trabajo, pero no se hizo. Las defensas contestaron que hubo dos auditorías que confirmaron que la remediación sí se hizo y, en especial, Villanueva aportó dos pruebas categóricas. En primer lugar, mostró los cráteres rellenados utilizando la herramiento Google Maps. En segundo lugar, presentó un pedido de acceso a la información pública en la Dirección Nacional de Vialidad y consiguió que le entregaran fotos, a color, de esas canteras remediadas. Los fiscales plantearon que ese pedido de acceso a la información fue irregular porque requería autorización del Tribunal.
“Los fiscales renuncian a la verdad -afirmó Villanueva-. Se quieren quedar en el rigor formal para eludir la verdad. ¿Nosotros mentimos? Los fiscales podrían haber mandado a un empleado de la fiscalía a sacar fotos. Pero renunciaron a la verdad. No replicaron a las fotos satelitales de Google Maps porque no hay forma de replicar. Hay que decir que tan sólidos fueron los argumentos de todas las defensas, que los fiscales eligieron autopreservarse y no decir nada de los inmensos agujeros que dejó la acusación. En todo su alegato recurrieron a falsedades, faltaron a la verdad, y ahora recurren al silencio y a maniobras formales como este planteo”. La referencia de que los fiscales no replicaron es porque tenían ese derecho y dijeron que preferían no usarlo para acelerar el juicio. En realidad, como en el caso de las canteras, lo exhibido por las defensas fue irrefutable.
Cómo sigue el juicio Vialidad
Tras la intervención de Villanueva, los magistrados adelantaron el cronograma de las últimas palabras que pueden decir los imputados.
- El viernes 25 de noviembre es el turno de Lázaro Báez, Julio De Vido, Abel Fatala.
- El martes 29, Cristina Fernández de Kirchner, Carlos Kirchner (un primo de Néstor que nunca tuvo nada que ver con las obras viales y que al final los fiscales prácticamente desistieron de la acusación) y José López, el funcionario que tiró los nueve millones de dólares en el convento de General Rodríguez.
- Después del martes 29 habrá otra jornada para las últimas palabras porque faltarían Nelson Periotti, el extitular de Vialidad, y algunos funcionarios de Santa Cruz.
Por lo tanto, el veredicto se dará a conocer en diciembre, posiblemente a mitad de mes.