“Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame. Ponme una lámpara a la cabecera; una constelación; la que te guste; todas son buenas; bájala un poquito”. Con esas palabras, Alfonsina Storni se despedía del mundo de las letras, poco antes de internarse en el mar. Fue poetisa, docente, periodista y hasta dramaturga, pero además, y sobre todo, fue una voz que contradijo a los mandatos. Storni, pieza teatral de Gabriel Guerrero, reconstruye precisamente ese legado.
Dirigido por Becky Garello, y protagonizado por Caro Cancela, el unipersonal reúne fragmentos de la vida de la escritora en una puesta con perspectiva de género y una fuerte impronta política. Estrenada en agosto, en Uruguay, y de cara a una futura gira por España, la obra se presentará en una función especial este sábado a las 21, en el Centro Cultural Caras y Caretas (Venezuela 330). Las localidades se adquieren en Alternativa Teatral (alternativateatral.com/obra80996-storni).
“Había leído su biografía, y luego entré en contacto con su obra poética y teatral y también con sus notas periodísticas, y ahí advertí que su vida poco tenía que ver con lo que se describe en la famosa canción 'Alfonsina y el mar'. Fue ese contraste el que me impulsó a escribir la obra”, cuenta Guerrero, quien encaró la escritura desde la premisa de desmontar la versión romántica construida en torno al personaje para enfocarse en la complejidad de la persona.
En esa misma línea, Cancela añade que aceptó el desafío de interpretar a Storni porque considera que su recuerdo está “algo devaluado”. “Me atrajo mucho la idea de poder conocer en profundidad todas las facetas y aspectos desconocidos de esta mujer. La dramaturgia tiene un trabajo previo muy exhaustivo sobre su vida. Y esa investigación me facilitó mucho mi propia introspección para buscar ponerme en su piel”.
Por su parte, para Becky Garello sumarse al proyecto “fue una necesidad”, y desde ese lugar asumió su tarea de dirección. “Este trabajo significa la posibilidad de reivindicar a una persona maltratada por la historia”, asegura, y amplía: “Toda su vida es inspiradora. Alfonsina fue una mujer muy valiente y luchadora, en un mundo mucho más injusto y desigual que el de hoy. Por fortuna, en estos tiempos vemos a muchas como ella, y eso es esperanzador”, reflexiona el director.
La obra de Guerrero lleva a la escena el compromiso de la poeta con demandas de género y de clase, y es inexorable trazar un punto de contacto con una actualidad en la cual el movimiento de mujeres avanza en sus conquistas. En uno de los pasajes de la pieza, Storni proclama: “(...) para tenernos silenciadas se nos encorseta en una moral de comportamientos, se nos dicta cómo debemos sentir debajo de los calzones, se nos califica de tal o cual manera a partir de cuánto del bien poseemos, si sujetamos nuestro sexo al pudor, se nos indica qué porciones de piel mostrar y cuáles no y hasta a quiénes debemos amar (...)".
“Ella fue una precursora del feminismo”, destaca al respecto el autor. “Y no solo denunció las injusticias cometidas hacia la mujer sino también las que recaían sobre quienes están por fuera del poder. Su voz en ese entonces fue poco acompañada, y con su carácter tumultuoso y decidido intentó reemplazar una potencia de reclamo que hoy está representada por esa masa de mujeres que se hace presente en las calles”.
“Nuestro objetivo es resignificar la vida de una mujer de principios, que vivió con autenticidad luchando por lo que creía, y que a fines del siglo XIX levantaba las banderas que hoy levantamos en el XXI. Madre soltera y feminista, se hizo un lugar en un mundo masculino que la ninguneaba, la bastardeaba y la señalaba. Y me emociona rescatar eso”, apunta a su vez la actriz.
Las épocas cambian, pero las ideas permanecen. Y de cierta manera, la historia se repite, según define Garello. “Alfonsina en este momento sería nuevamente muy maltratada, por ser pobre, artista y mujer, y sobre todo por no ser obsecuente con los poderosos y pretender una vida mejor para todos y todas. Pero hoy seríamos muchos más los que estaríamos de su lado, defendiéndola. Porque todavía existen quienes no quieren dejar sus privilegios y los que quieren borrar de un plumazo los logros obtenidos. Entonces la lucha es constante. Para defender lo logrado y para ir por lo que falta”.