La escena: por un lado, la cara de Amancay Diana Sacayán con la leyenda “justicia”, pegada frente a los atriles de los concejales en Mar del Plata. Por otro, en la pared principal de la municipalidad, un cristo crucificado. Al frente, la presencia travesti trans de organizaciones como AMI (Asociación Mundo Igualitario), la Cooperativa textil Claudia Pía Baudracco, ATTTA, AMADI, FALGBT, MAL  (Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación), el Bachi popular Mocha Celis y la Red de personas viviendo con vih, entre otras. Así, en medio de una emoción que llenó la misma sala boicoteada por neonazis hace unos años, la semana pasada el partido de General Pueyrredón adhirió a la ley de cupo laboral trans bonaerense, también llamada “ley Diana Sacayán” .

La sanción se dio con unanimidad de votos positivos y discursos fervorosos de parte de todos los partidos. También hubo un momento para que las organizaciones dijeran unas palabras. “Cuando hablamos de travesticidio hablamos de violencia estructural, una violencia que tiene que ver con el abandono a partir de que las compañeras dicen su identidad de género, son expulsadas de los hogares y su única alternativa es la prostitución. Para nosotros no es una simple ley ni un simple trabajo, para nosotros se trata de vidas: que nuestras hermanas sigan vivas”, dijo Sasha Sacayán, hermano de Diana y coordinador de MAL.  

Junto con la adhesión a la ley 14.783 –que establece el 1 por ciento de los puestos estatales para personas T– el consejo deliberante aprobó una resolución para izar la bandera de la diversidad en los edificios públicos cuatro días al año, cuando se cumplen las efemérides de la ley de Identidad de Género, el Matrimonio Igualitario, el día contra el homo-lesbo-bi-trans-odio y el día internacional del orgullo LGBT. El espíritu a partir del izamiento es llegar a la currícula de colegios, invitar al diálogo acerca de estas fechas e interpelar a la ignorancia, que en definitiva es una semilla del odio.