Un atardecer con sol rojo durante la jornada de ayer recordó a los habitantes de Salta capital que los incendios forestales continúan. La escasa visibilidad en algunos sectores de la ciudad de Salta poco tuvo que ver con nubes bajas. Sí en cambio, con el humo producto del incendio de pastizales por barrios de la zona oeste en Lomas de Medeiros, y las llamas que consumen cada vez más hectáreas del bosque nativo en la Reserva de Biósfera de Yungas.
Ayer por la mañana, el subsecretario de Defensa Civil, Jorge Arce, realizó un sobrevuelo de reconocimiento en el bosque donde nunca cesó el incendio forestal: Valle Morado. El recorrido aéreo se realizó siguiendo el cauce del río Piedras; luego, por el camino que se interna en la zona hasta el pozo petrolero concesionado por última vez a Madalena Energy, aunque también es conocido por “el pozo Shell”.
En esa frontera interprovincial prosigue el operativo integrado por brigadistas de Salta, del Servicio Nacional del Manejo del Fuego, personal de los municipios San Ramón de la Nueva Orán y Colonia Santa Rosa y bomberos voluntarios. Todos realizan tareas de relevamiento, sofocación y verificación por tierra. Colabora desde el domingo el Ejército, luego de que las provincias lo solicitaran al Ministerio de Defensa de Nación.
Hasta ayer cinco naves hidrantes complementaban el trabajo de mitigación. Defensa Civil de Salta informó además que se trabajó en el cercado de líneas defensivas para evitar la propagación de las llamas. Para ello, utilizaron maquinarias viales. Sin embargo, ayer el medio digital Diario El Oranense informó que en un sector de Valle Morado el fuego puso en potencial peligro a dos topadoristas que quedaron rodeados por las llamas mientras trabajaban.
Lo que quedó en claro ayer es que los incendios reaparecieron tanto por la ruta nacional 34 como por la nacional 50. En el primer caso, en Salvador Mazza los incendios forestales se concentraron al norte del dique Itiyuro. Bomberos de esa ciudad informaron a este medio, que no recibieron reportes por focos activos en los bosques. Sí acudieron a un incendio próximo al barrio YPF, originado por un vecino que quemó basura. En el área de Yungas del municipio de Aguaray, algunos focos se reactivaron cerca de Macueta, aunque en un sector que no forma parte de la reserva provincial Acambuco. Entre la ciudad de Aguaray y el paraje Timboirenda (al este de la cabecera comunal), los satélites detectaron focos de calor en la zona forestal, mientras que otros aparecieron cerca de propiedades agrícolas.
Los vigías del espacio reportaron incendios al norte de Piquirenda (Aguaray) y al sur de Yacuy (municipio de Tartagal). En las serranías al oeste de la ciudad de Tartagal detectaron más puntos de calor. Al sur del paraje Aguay, dentro del municipio de General Mosconi, se detectaron focos ígneos activos. Al oeste de la ruta nacional 34, sobre un área forestal de General Ballivián, las llamas consumen el hábitat de animales de esa ceja de yunga montana. Más precisamente, se trata de un territorio entre el río Bermejo y la ruta provincial 140. En los tres meses que llevan los incendios en el norte salteño, ninguna dotación de bomberos o brigadistas forestales trabajó en la zona. Ballivián no cuenta con una división de bomberos, por lo tanto, ese incendio forestal nunca fue reportado oficialmente.
Todos los puntos calientes detallados hasta ahora se encuentran dentro del departamento San Martín. La jurisdicción encabeza el ranking de hectáreas quemadas desde principios de 2022: 73.470, que representan el 41 por ciento de toda la superficie degradada por el fuego en la provincia de Salta en lo que va del año. El departamento Orán lo sigue, con 56.313, y representa el 32 por ciento de toda la superficie provincial consumida por las llamas. La información se obtuvo por los registros satelitales.
Otros espacios forestales se encuentran en llamas en el norte provincial. Principalmente son a los que se accede por la ruta nacional 50. En parajes próximos a la ruta provincial 18, camino a Isla de Cañas, en el departamento Iruya, el fuego se reactivó en La Junta y en una zona boscosa próxima a la naciente del río El Oculto. Otros focos reaparecieron al norte de Anta Muerta, cerca del río Pescado.
En la Comunidad Kolla de Finca Santiago, no se reportan incendios forestales. En cambio, la Comunidad Kolla de San Ignacio sí reportó el jueves humo de focos que probablemente provenían de las cercanías de la Reserva provincial Laguna Pintascayo. Otros espacios con población originaria comenzaron a arder ayer. Se trata de las serranías bajas de La Mesada, próximas al territorio comunitario kolla Tinkunaku, dentro del municipio de San Ramón de la Nueva Orán. Hasta ayer, no había reportes de un desplazamiento del fuego hacia el espacio de la comunidad.
La densa nube de partículas, que se puede apreciar aún de noche en Salta capital, no guarda relación con las quemas de bosque nativo en el Amazonas de Brasil o de maleza en el área agrícola productiva de Paraguay. En la semana, la rosa de viento indicó prevalencia desde el noreste, y los incendios nunca cesaron en Valle Morado (municipio de Urundel, Salta) y tampoco en Yuto (departamento Ledesma, Jujuy). El sol rojo de ayer en la ciudad de Salta fue producto de la acumulación constante de partículas de cenizas durante toda la semana. Incluso las montañas de la cordillera oriental solo se apreciaron ayer durante la puesta del sol. Una pequeña porción de la silueta del cordón montañoso reapareció mientras la estrella se ocultaba.
La situación en Jujuy
El pronóstico extendido del Servicio Meteorológico Nacional no augura lluvias copiosas que por fin apaguen el fuego de manera definitiva. “Nosotros necesitamos precipitaciones de 30 a 40 milímetros para que el fuego desaparezca definitivamente. Una lluvia de 5 a 10 milímetros ayudará poco”, explicó a este medio el director de Incendios de Vegetación y Emergencia Ambiental del gobierno jujeño. “Nunca ví el bosque tan seco”, dijo con preocupación Alejandro Cooke, que se encuentra en el lugar desde que el Ejército llegó a reordenar todos los equipos disponibles. En la semana, tres helicópteros y dos aviones hidrantes colaboraron con los equipos que intentan cercar los focos. Los primeros recargaron en un sector del río Piedras, los segundos en el Aero Club de San Ramón de la Nueva Orán.
Un puñado de focos se reactivó el miércoles en un sector del Parque Nacional Calilegua. “No sabemos cómo, pero regresaron en un sector en el que habíamos trabajado muy bien”, explicó el funcionario jujeño. Se trata del mismo lugar, cercano a la ruta nacional 34, que se incendió entre agosto y setiembre pasado. El jueves, el Centro Operativo de Emergencia (COE) dividió el área del incendio en el Parque Nacional en tres sectores. Uno de ellos (sector 1) corresponde a la zona de los pozos 12 y 24 de Jujuy Hidrocarburos. El incendio forestal ya tenía un frente de 2 kilómetros el jueves último. Ayer los brigadistas del Servicio Nacional del Manejo del Fuego trabajaron para intentar frenar su avance, ensanchando el cauce de un arroyo cercano a Jujuy Hidrocarburos. Buscaron enfriar la zona para evitar el avance hacia la Loma de Anta.
Los puntos de calor del sitio Fire Nasa mostraban hasta ayer que el incendio dentro del área de conservación nacional se volvía más voraz. Jujuy declaró el Estado de Emergencia Ígnea el 15 de setiembre de 2022. La herramienta le permite desde entonces, “fortalecer la estrategia de política pública en materia de incendios de vegetación, y mitigar las consecuencias ambientales, productivas, económicas, sociales y sanitarias”, según explica la web del gobierno jujeño. El plazo de extiende hasta marzo de 2023. Salta declaró la Emergencia Ambiental el 10 de noviembre. Hasta el cierre de ésta edición, Jujuy no había emitido un parte sobre la situación con los incendios forestales en su territorio.