La reunión opositora al gobierno provincial y nacional que se concretó en el Concejo de Rosario los últimos días, para analizar los presupuestos oficiales para el año próximo; dejó cuestiones objetivas para discutir más allá de la foto con alto contenido político- electoral. Y una de esas realidades contundentes y que se deben asumir es que Rosario hace años que no sólo no emprende grandes obras de infraestructura, sino que no tiene la inversión suficiente para mantener las que ya tiene desde hace tiempo. Así lo plantearon varios de los convocantes a esa reunión donde se le pidió a la provincia que la ciudad ingrese al fondo para Obras Menores y a la Nación se le requiere una actualización del Fondo del Conurbano. Algo que tampoco sería suficiente.
“El déficit de viviendas que tiene Rosario es tremendo. No puede ser que el 20% de la población esté viviendo en asentamientos irregulares sin cloacas, sin agua potable”, dijo a Rosario/12 el economista y concejal del radicalismo Martín Rosúa. Y aseguró que ese es “uno de los principales problemas que tenemos para resolver la creciente inseguridad. Si no se resuelve semejante déficit de viviendas, con tanta cantidad de gente excluida, es imposible pensar en el acceso a la educación, es imposible pensar en la generación de empleo, en el crecimiento, en la integración social”, sentenció Rosúa.
Para el concejal, Rosario tiene un déficit de obras de infraestructura enorme. “No solamente en materia de que hace muchísimos años que no se hace ninguna obra estructural, sino también porque está teniendo muchas complicaciones para mantener lo que ya fue construido”.
Rosúa señaló además que estas cuestiones que demandarían un presupuesto enorme en Rosario se encuentran con un gran problema: “El presupuesto de Rosario no tiene capacidad de realizar obras con capital propio, es un presupuesto muy rígido, compuesto por un enorme porcentaje de gastos corrientes y que en los últimos años ha tenido un promedio de entre 3 y 6 puntos destinado a inversión en obra pública”. Y explicó que “los economistas de distintas corrientes ideológicas coinciden en que para que una ciudad funcione y mantenga las obras que tiene, debe estar por arriba del 12% de inversión presupuestaria en obras públicas”.
El concejal del radicalismo enumeró tres situaciones desventajosas que tiene Rosario. “Una es que es una ciudad grande, que no es capital de provincia, es el único fenómeno en el país. Después está que Rosario le brinda servicios a un área que mínimamente está ubicada en 300 kilómetros a la redonda, con lo cual tiene un costo de funcionamiento mucho más alto. Y en tercer lugar, la ciudad ha ido agrandando cada vez más la estructura del Estado y eso ha generado que hoy tengamos un gasto corriente muy inelástico”.
En ese marco, y ante la imposibilidad de que la ciudad incremente notablemente su presupuesto; “es necesario que empecemos a reclamar a Santa Fe y a la Nación la postergación que históricamente hemos tenido, por ejemplo, con respecto a la ciudad de Córdoba”.
Y aseguró que hay temas muy concretos como el hecho de que Rosario -al igual que Santa Fe- “no esté dentro del Fondo de Obras Menores y por eso estamos pidiendo la inclusión que serían unos 2400 millones de pesos para Rosario. Y a nivel nacional se tiene que actualizar el Fondo del Conurbano. Es decir un montón de dinero que a la ciudad le correspondería si tuviésemos la capacidad de hacer una férrea defensa de lo rosarino, una defensa de la ciudad casi como un lobby como lo hacen otras provincias”, aseguró Rosúa.
También llamó la atención en relación a lo presupuestario, en contextos inflacionarios. “Ahí hay un problema muy grande. En general, sea el gobierno que sea, siempre se subestima el impacto inflacionario. Por ejemplo, se establece que para un año va a haber un 35% de inflación y ese año termina por arriba de un 60% de inflación. Eso hace que los impuestos como Ingresos Brutos, IVA o Ganancias terminan generando mayor recaudación y esa mayor recaudación como no tiene una asignación específica termina destinándose a gastos corrientes o de libre disponibilidad del Estado”, señaló Rosúa y propuso que “hay que empezar a no subestimar la pauta inflacionaria y nosotros presentamos un proyecto para que los excedentes de recaudación que se consigan por el contexto inflacionario se destinen exclusivamente a un plan de obras prioritarias”, concluyó.