En los últimos 18 años, Cristina Fernández de Kirchner fue blanco de 654 denuncias penales. Algunos denunciadores seriales –inevitablemente ligados a los sectores más rancios de la oposición– llegaron a hacer más de 70 presentaciones contra la actual vicepresidenta, según un relevamiento que hizo el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) al que accedió Página/12. Uno de los letrados que abogan por meter presa a la líder del Frente de Todos es cercano a Ximena de Tezanos Pinto, la peculiar vecina de arriba que supo abrirles la puerta del edificio de Cristina a los integrantes de Revolución Federal, el grupo que reclama bala para los kirchneristas y fantasea con matarla.
La antipatía de los tribunales hacia CFK no es una novedad; lo que sí tiene ese carácter es conocer el mecanismo que alimenta el lawfare y mucha de la actividad de los tribunales –particularmente de los de Comodoro Py–. Según una investigación del centro de estudios que dirige Alfredo Serrano Mancilla, hubo seis personas que denunciaron sistemáticamente a CFK. Las denuncias, por lo general, se concentraron en el período 2014-2016 y en el período 2021-2022 --particularmente en el período próximo a las elecciones--.
Daniel Ignacio Sarwer fue la persona que más denunció a Fernández de Kirchner, llegando a hacer 74 presentaciones contra ella. Julio Ricardo Mussa no quiso quedarse atrás y la denunció en 73 oportunidades. Un poco más atrás asoma Ricardo Vera, con 64. Enrique Piragini formuló 27 denuncias mientras que Santiago Nicolás Dupuy de Lome hizo 22.
Las dirigentes políticas con mayor afán de denunciar a CFK fueron Elisa “Lilita” Carrió y Margarita Stolbizer. Las dos exradicales se anotaron cinco denuncias cada una. Stolbizer, por ejemplo, fue quien motorizó la investigación sobre Hotesur y Los Sauces, que fue cerrada por el tribunal de juicio y cuya reapertura está actualmente a estudio de la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal --los mismos jueces que deben definir el futuro de la causa por el Memorándum con Irán.
Los perfiles de los denunciantes no hablan de una pluralidad ideológica. Sarwer se presenta como dirigente de la Agrupación Restauradora macrista, cuyo lema es “lucha sin cuartel contra la corrupción, el narcotráfico y el lavado de propios y ajenos como pidió (Mauricio) Macri”. En una denuncia que había presentado contra Néstor Kirchner, fue declarado insano mientras que el fiscal federal Federico Delgado terminó acusándolo por estafa en una causa que él mismo había iniciado.
Mussa fue candidato en 24 elecciones. No importa el contexto, el resultado siempre fue el mismo: perdió. Otro de los denunciantes seriales, Piragini, también estuvo abocado al juego electoral no victorioso. Abogado graduado en la UADE, Mussa se presenta como el presidente del Partido Político La Libertad Avanza, lo que le ha traído varios problemas con Javier Milei. En 2012, no tuvo mejor idea que querer inscribir La Cámpora como sello propio en Ciudad de Buenos Aires y en la provincia.
Una de las últimas denuncias de Mussa indicaba que el gobierno de Alberto Fernández estaba preparando un golpe para conseguir la “impunidad” de CFK después de que los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola alegaran en el juicio de Vialidad y pidieran doce años de prisión contra la vicepresidenta. En esa presentación decía que había un comando de La Cámpora –liderado por Máximo Kirchner con ayudantes cubanos, venezolanos e iraníes– preparando una "acción paramilitar". Años antes –y para no dejar denuncia delirante por hacer– había pedido que se exhumara el cuerpo de Néstor Kirchner para que se investigue su muerte.
Magioncalda es presidente de la Asociación Civil Ciudadanos Libres por la Calidad Institucional. Se presenta en sus redes sociales como egresado del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA) y abogado graduado en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Es responsable de la Fundación Apolo y asesor legislativo del Bloque Republicanos Unidos, que responde a Ricardo López Murphy. Mangiocalda es uno de los entusiastas defensores de la decisión de mantener el lenguaje inclusivo lejos de las aulas porteñas. Simpatizante de Darío Lopérfido y de su pulsión por negar el número de desaparecidos, Mangiocalda logró también hacer charlas en la Legislatura de la Ciudad contra el “adoctrinamiento docente”.
Cuando arrancó el gobierno de Macri, la asociación de Magioncalda hizo un pedido de informes a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación --en manos de Claudio Avruj-- para que informara el número de desaparecidos. Fue una jugada en tándem diseñada para impugnar la cifra de 30.000 que sostienen los organismos de derechos humanos.
Magioncalda también fue responsable de acercar a la vecina de arriba de CFK a Republicanos Unidos, la fuerza que tiene como referentes a López Murphy y a Roberto García Moritán --más conocido como el "marido de Pampita"--. Según ella contó en los últimos meses, se afilió a ese partido el año pasado por pedido del abogado y por cierto desprecio que siente por María Eugenia Vidal –la contrincante de López Murphy en las internas de Juntos por el Cambio en la ciudad.
"Yo me afilié a Republicanos Unidos porque José Magioncalda --que era radical y ahora es liberal-- me pidió que me afiliara y yo por él siento una profunda confianza", contó Tezanos Pinto en una entrevista con Radio 10 del 1 de septiembre pasado, horas antes de que Fernando Sabag Montiel intentara asesinar a CFK en la puerta de su casa. "Como él me lo pidió, yo me afilié. Después me puse a mirar dónde miércoles me había metido", se sinceró.
Tezanos Pinto no es solo una vecina de Juncal y Uruguay con afinidad política con sectores de la derecha vernácula. Es quien recibió en su casa a dos de los integrantes del grupo ultraviolento Revolución Federal que amenazan de muerte a CFK, a su hijo y al Presidente. Tezanos Pinto también se reúne con militantes de Equipo Republicano –que se referencian en Patricia Bullrich y la ultraderecha del Pro–. En sus redes sociales, queda claro que la mujer está muy pendiente del panorama judicial --muchas veces atizado por su reclutador--.