Desde Córdoba
Esta semana, la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio definió la manera en la que las terminales provinciales deben dirimir las candidaturas para las elecciones del año que viene pero esa sola decisión encrespó aún más los ánimos en el principal armado opositor cordobés, que debe encontrar la solución a una situación que podría desatar una crisis terminal.
Sin la posibilidad de PASO provinciales, que no están reglamentadas pese a formar parte de la Constitución reformada en 2001, el propio reglamento “cambiemita” puso al senador Luis Juez y al diputado Rodrigo De Loredo al borde de una confrontación impensada hace un año, cuando el binomio se alzó con una resonante victoria en los comicios legislativos nacionales.
El texto de la Mesa Nacional conocido esta semana es claro: los candidatos se definen a través de las PASO en las provincias donde el instrumento electoral esté disponible. Caso contrario, se puede acudir a las encuestas como instrumento “indicativo”. Y si no hay consenso, interna abierta con participación de afiliados y no afiliados.
En ambos casos, el panorama no aparece como el más favorable para Juez, quien desde hace tiempo pregona que la cuestión debe resolverse entre los principales dirigentes que forman la coalición en Córdoba: UCR, PRO, Coalición Cívica y su partido, el Frente Cívico. “Si no nos podemos poner de acuerdo entre nosotros, no merecemos gobernar Córdoba”, declama cada vez que puede, más allá que en distintas expresiones públicas no reniega de los sondeos de opinión. Pero…
Como dice el Negro Jefe
Lo que más ruido genera dentro de las huestes juecistas es que, según el texto de la Mesa, el mecanismo de elección más idóneo será decidido con “intervención de los referentes de los partidos nacionales”. Una sutileza que no cayó nada bien, toda vez que el leitmotiv del armado es la “libertad de acción” frente a las decisiones allende la General Paz.
A tono con el ambiente futbolero que invade a la política en estos días, desde su círculo cercano citan a Obdulio Varela, el Negro Jefe, campeón mundial con Uruguay en Brasil 1958, el del “Maracanazo”, para plantar postura ante la bajada de línea.
“Los de afuera son de palo. La forma de dirimir candidatos la vamos a definir en Córdoba sin injerencias porteñas”, explican ante la consulta de PáginaI12. “Estamos avanzando despacio en esa línea. Antes de fin de año se define”, sostienen con firmeza.
Sin embargo a nadie se le escapa que la relación que puertas afuera cultivan ambos referentes es bien distinta a la que pueden tener sus segundas líneas. Y aunque Juez repite que tiene un compromiso “personal” con De Loredo y que será candidato el que “mejor esté”, también muestra las galochas conseguidas producto de su dilatada y sinuosa trayectoria política que lo vio comenzar como un bisoño dirigente del PJ cordobés bajo el ala de José Manuel de la Sota en los primeros 90.
“No le voy a regalar al peronismo un domingo para que vengan y metan todo el aparato electoral para elegir contra quién quieren pelear”, aseveró en declaraciones a la televisión local. No obstante, hace pocos meses sorprendió al remarcar que será candidato “si puede ser en Juntos por el Cambio, bárbaro”. ¿Déjà vu de lo que va a venir?
La banca de Juez es de Horacio Rodríguez Larreta y en menor medida, Patricia Bullrich. En varias de sus recorridas por la provincia, el alcalde de CABA abonó esa línea al sostener que los candidatos cordobeses “van a ser definidos por los cordobeses”.
De cualquier manera, la ausencia del Frente Cívico en el borrador del reglamento interno consensuado por representantes de la alianza local intranquiliza, sobre todo si se tiene en cuenta que en la vereda de enfrente Hacemos por Córdoba ya puso en carrera a Martín Llaryora, intendente de la capital.
Desde las huestes aliancistas, no obstante, bajan la espuma y aguardan a la semana que viene para cerrar la versión local del reglamento.
“Somos dos”
Por su parte, De Loredo jugó fuerte y mostró sus cartas. Tras presentar una serie de propuestas con mucho aroma a plataforma provincial, lanzó la bomba: “Está claro que hay dos candidatos: Luis y nosotros". El escenario fue el prime time televisivo, sin la presencia de Juez, quien ya se había retirado del acto.
Ante las cámaras, el alfil cordobés de Martín Lousteau y yerno del ex ministro de Defensa, Oscar Aguad, dijo que “si estamos en condiciones porque así nos los dicen las encuestas y la gente, asumimos la candidatura a gobernador".
Como si se tratara de una larga mesa, los comensales buscan su lugar, aunque esperan para saber quién se sentará en la cabecera.