“Siempre puso el cuerpo”. “La recordamos en la plaza enfrentando a la dictadura y también en el 2001”. “Aprendimos a caminar con ella”. “Sembró mucho”, fueron algunas de las palabras de despedida expresadas desde los organismos de derechos humanos, donde no faltaron recuerdos sobre el carácter fuerte de Hebe de Bonafini y las diferencias a lo largo de 46 años de militancia. Su dimensión histórica también quedó impresa en eso: no sólo en las lucha que dió, sino en la densidad de sus posturas y en las generaciones que fue hilando, cada una con sus nuevas batallas.
Su hija Alejandra había sido quien, desde la familia, comunicó la muerte de Hebe, ocurrida a las 9.20 de la mañana en el hospital Italiano de La Plata. Contó que en los últimos días su madre recibió numerosas demostraciones de "amor, acompañamiento y preocupación, como en toda su trayectoria militante”.
“Son momentos muy difíciles y de profunda tristeza”, escribió Alejandra en el comunicado de los familiares. “Comprendemos el amor del pueblo, pero en este momento tenemos la necesidad de llorar a la Madre de Plaza de Mayo, a Hebe, en intimidad, por lo que iremos informando a partir de mañana cuáles serán los espacios para los homenajes y recordatorios”.
Los integrantes de la agrupación Hijos realizaban un congreso nacional cuando se enteraron de "la dolorosa noticia que no queríamos escuchar” y llamaron a una ronda en la Plaza de Mayo para esa misma tarde.
“Hebe fue la madre de todes, compañera incansable que a través de su tenacidad y coherencia nos marcó el camino de la lucha. Aprendimos a caminar con ella y las Madres, a luchar por lo imposible”, señalaron en la convocatoria, en la que resumieron: “Siempre le puso el cuerpo. En plena dictadura, se enfrentó a los genocidas. Luchó por la aparición con vida, contra la impunidad y las políticas de hambre en 2001. Sostuvo junto a las Madres la marcha cada jueves, como un modo de encontrarse con las y los 30.000. Nos cocinaba, mientras nos explicaba por qué socializaron la maternidad. Y estaba en la puerta de cada comisaría para exigir la libertad cuando había detenides”.
Entrevistada en la AM 750, Estela de Carlotto habló de sus encuentros y diferencias y dejó una definición precisa: “Personas así llenan historia”.
Recordó que la conoció tempranamente porque “Chicha Mariani, que buscaba a su nietita, vivía a unas cuadras de Hebe. Estuvimos muchas veces en su casa, compartiendo experiencias. Hebe ya era una mujer fuerte”. Su partida, agregó, “es una enorme tristeza. Sabemos que no somos eternas, pero… compañeras de hace 46 años, con dificultades, con diferencias, pero con el mismo dolor y siempre el arranque para tener justicia, tener la verdad y encontrar respuestas. Hebe no deja nada que no sea su fuerza”. Desde Abuelas de Plaza de Mayo escribieron en un comunicado: "Lamentamos su partida, hermana en esta lucha por la desaparición de nuestros hijos. Abrazamos a sus compañeras y familiares".
“Ponemos nuestro corazón al lado del dolorido corazón de todas las Madres ante la muerte de Hebe Bonafini. Nos ha unido a ella nuestra común y continua tarea contra la desaparición forzada y sus responsables inmediatos y mediatos, más allá de cualquier discrepancia”, publicó a su vez Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y su grupo de apoyo. “Continuar con nuestra lucha es el mejor homenaje que podemos rendirle”.
En Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas recordaron a Hebe “en aquellos tiempos, ya lejanos, cuando todas y todos comenzamos juntos nuestra búsqueda y lucha por nuestros seres queridos”. También en su perseverancia: "así como entonces, seguirá nuestra lucha por los que no están, por los que faltan encontrar y por la dignidad humana”.
“No pudieron con ella”, tuitearon los familiares y compañeros de los 12 secuestrados de la iglesia Santa Cruz, que definieron a Hebe como la madre “irreverente y rebelde que no le tuvo respeto al poder”. Mencionaron también otro tramo de la biografía de Hebe: "nunca dudó en ponerse del lado de los humildes. Y no dudó en ponerse al lado de Cristina Kirchner".
Con un “adios, querida Hebe”, el Centro de Estudios Legales y sociales la recordó “en la Plaza enfrentando la dictadura y también en el 2001”.
En el organismo de derechos humanos hablaron de la figura de Hebe como "símbolo de resistencia y defensa de los derechos humanos”. “La muerte de Hebe nos llena de tristeza por lo que representa en la historia de la lucha contra las injusticias”.
Junto a una foto de una Hebe joven empuñando un megáfono, la Comisión Provincial de la Memoria destacó que “con el mismo coraje con que enfrentó los años dictatoriales, el retorno de la democracia siguió encontrando a Hebe en las calles reclamando la condena del genocidio, pero también anudando esas luchas con los reclamos por una sociedad más justa e igualitaria”
El premio Nobel de la Paz y fundador del Serpaj, Adolfo Pérez Esquivel, añadió que “Hebe fue siempre una luchadora después de la tragedia de su vida. Siempre buscó verdad, justicia y la reparación del daño hecho al pueblo. Podíamos estar de acuerdo o no con sus posiciones, pero sí en la defensa acérrima de los derechos humanos. La recordamos como una compañera. Nos duele su partida, pero nos fortalece su compromiso".