El papa Francisco pidió hoy combatir el narcotráfico con "prevención, plena y segura rehabilitación de sus víctimas" e investigar el rol que juegan "los bancos que se dedican al blanqueo del dinero sucio". También afirmó que en los últimos 30 años Argentina pasó de ser un país de tránsito de drogas a tener "consumo y un poco de producción".
"La prevención de la droga siempre se ve frenada por mil y un problemas de ineptitud de un gobierno y casi no existen programas de prevención de drogas", afirmó el Papa al hablar ante los participantes de un encuentro internacional de debate sobre narcóticos que se desarrolla en la Casina Pío VI, en el Vaticano. Al encuentro asisten representantes de 10 países, entre ellos una delegación argentina de la que forman parte el titular de la Sedronar, Roberto Moro; el cura Juan Carlos Molina, quien fue titular de ese organismo durante el anterior gobierno; los jueces Daniel Rafecas, Zunilda Niremperger y Sergio Torres; y el presidente de la Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano.
Francisco insistió en la necesidad de "conocer cuál es el alcance del problema de la droga y la vastedad de sus centros de producción y de su sistema de distribución", lo que "representa una parte importante del crimen organizado". Consideró como un "desafío" la posibilidad de "identificar el modo de controlar los circuitos de corrupción y las formas de blanqueo de dinero".
"Para ello, no queda otro camino que el de remontar la cadena que va desde el comercio de drogas en pequeña escala hasta las formas más sofisticadas de lavado, que anidan en el capital financiero y en los bancos que se dedican al blanqueo del dinero sucio", pidió.
El Papa remarcó que "una vez que (el narcotráfico) avanzó y se radicó en la sociedad es muy difícil" y citó a la Argentina como ejemplo: "Pienso en mi patria: hace 30 años era un país de tránsito, y ahora es un país de consumo y hasta algo de producción. Es un progreso que se da gracias al compromiso mafioso de los responsables". Sostuvo, además, que la droga "es una herida en nuestra sociedad, que atrapa a mucha gente en sus redes, víctimas que han perdido su libertad a cambio de esta esclavitud, de una dependencia que podríamos llamar química", y aseveró que "ciertamente es una nueva forma de esclavitud".