Tras la muerte de Hebe de Bonafini, varias personalidades de orden nacional e internacional dieron su pésame y recordaron a la fundadora de las Madres de Plaza de Mayo.

Sin embargo, uno de los amigos personales, es el Padre Juan carlos Molina, quien la recordó como un ser "maravilloso, humano y lleno de ternura".

En diálogo con AM750, Molina contó cuando la conoció, en el momento que fue despedido de su cargo en CEDRONAR. "Me llamó y fue la primera vez que la escuché. Me dijo te quiero mucho y se convirtió en mi madre", dijo emocionado.

Además, alescuchar su voz en un audio remarcó que es "imposible no emocionarse". "Cuando alguien te grita que las víctimas son los que la pasan mal, los que no comen, los que duermen en la calle y no los que perdieron dos hijos en impunidad, como no llorarla", aseguró.

El cura también rememoró los momentos que compartió con Hebe, el verla cocinar, sentada en su sillón "con su santito", "con sus preocupaciones, soñando y proyectando".

"Después de su primera internación tenía miles de proyectos con 93 años. No quería morir como una vieja, quería morir siendo Hebe, y así lo hizo", subrayó.

Su relación con el Papa Francisco

La relación de Hebe de Bonafini y el actual Papa Francisco estuvo llena de críticas y encontronazos. No obstante, cuando se reunieron en el Vaticano, los dos hicieron las pases.

Quizás por esta razón el máximo pontífice envió una carta a la Asociación Madres de Plaza de Mayo en la cual expresó que quiere estar "cerca de todas las personas que lloran su partida".

En la misiva, fechada ayer y difundida hoy por la organización, el Sumo Pontífice dice que "en esta, su última marcha", acompaña "con la oración, pidiéndole al Señor que le regale el descanso eterno y no permita que se pierda todo el bien realizado" y "a Ustedes, las conforte y acompañe para seguir siendo las Madres de la Memoria".

"Su valentía y su coraje, en momentos donde imperaba el silencio, impulsó y después mantuvo viva la búsqueda por la verdad, la memoria y la justicia. Una búsqueda que la llevó a marchar para que el olvido no se apoderase de las calles y de la historia y, el compromiso con el otro, fuera la mejor palabra y antídoto contra las atrocidades que se padecieron", destacó Bergoglio sobre la presidenta de Madres de Plaza de Mayo.

En este sentido, el Padre Molina señaló que Hebe lo llamaba "Francisco de los milagros", porque el primer milagro fue hacerla "redescubrir su Fe".

"Ella fue a verlo al Vaticano para pelearlo y terminó confesándose y pidiéndole disculpas y ahi comenzó otro camino entre ellos", relató.

Por último, el párroco destacó una vez más la figura de Bonafini: "Elijo el legado de la ternura en Hebe. Porque como decía ella, la ternura es capaz de pelear por los hijos de otros. Yo la definiría así, la ternura que grita. Ese es su legado".