A lo largo del fin de semana largo, la ocupación hotelera en Villa Gesell alcanzó el 75%. 40 mil turistas arribaron al distrito costero, que se prepara para una temporada de gran movimiento, la primera sin restricciones sanitarias desde el arribo de la pandemia en 2020. Con esa expectativa se prepara el verano gesellino que volverá a ver crecer la llegada de visitantes que, según la Secretaría de Turismo municipal superó los dos millones de turistas durante la temporada 2021/2022.
En un escenario inflacionario, el intendente Gustavo Barrera, conversó con Buenos Aires/12 acerca de las razones que siguen motivando a la sociedad, principalmente bonaerense, a elegir como destino vacacional a las playas atlánticas.
—¿Cómo explica, en el contexto actual, los 43 mil turistas que visitaron Villa Gesell un fin de semana?
—Yo creo que influyó mucho la pandemia. A partir de esa etapa se reordenaron las prioridades. Quizás antes se ahorraba para realizar algún proyecto, pero ahora la prioridad es compartir, salir de vacaciones, estar con familiares. Ese puede ser uno de los motivos, así como la cercanía con las grandes urbes de la provincia.
—¿Está mejorando la economía?
— Algo está fallando porque al trabajador no le alcanza. No se da el fifty-fifty. Tenemos el problema del poder adquisitivo. Si hoy venís a Villa Gesell y querés contratar un pintor o un carpintero no vas a encontrar porque laburo hay, pero la plata no alcanza.
—¿Le faltan soluciones más rápidas al ministerio de Economía?
—Sergio Massa está haciendo una buena tarea, porque acá no podes hacer milagros. En el poco tiempo que esta va llevando a cabo medidas tratando de equilibrar y bajar la inflación. Pero lleva tiempo.
—¿Cómo se encuentra la industria del turismo luego de la pandemia?
—La provincia asistió en época de pandemia a empresarios turísticos. Si bien fue una de las actividades más afectadas, es de las que más rápido se recuperó. Y en eso tiene mucho que ver el papel que cumplieron los gobiernos nacional y provincial. La asistencia a empresariado de parte del ministerio de la Producción fue fundamental. Y el sector acompañó.
—¿Hay un gobierno cercano al empresariado?
—Lo que hay son políticas públicas implementadas que tienen una lectura hacia el interior, el cuál muchas veces no tiene el protagonismo que tiene que tener. Hoy hay medidas, como el caso del programa Puente, que une las universidades con los distritos del interior, por ejemplo. Ese tipo de medidas son las que fortalecen a las economías regionales y a la producción local. Y, a su vez, Kicillof tiene esta misma mirada con todos los distritos, oficialistas y opositores.
—¿Por qué?
—Porque el peronismo tiene que tener una mirada de la provincia de Buenos Aires hacia los 135 distritos. Eso es lo que hace Axel. Tiene funcionarios que recorren el territorio y atienden en toda la provincia, no sólo en La Plata. Nada que ver con Vidal, que ni en La Plata te atendía. Tenías que ir a la sede central del Banco Provincia, sobre calle Mitre, en Capital Federal. Hoy todos los municipios tienen obras ejecutándose, y los que no la tienen es porque el intendente no las gestiona.
—Entonces, ¿se espera una buena temporada?
—Por los datos que manejamos de reservas y averiguaciones, tendremos una excelente temporada. Será igual o mayor a la anterior.
El discurso de Cristina en La Plata y el rol del radicalismo
—¿Hay una Cristina Kirchner más conciliadora?
—El de La Plata me pareció un discurso muy inteligente, con una convocatoria que no se veía hace rato. Un gran mensaje hacia el futuro. ‘Todo a su debido tiempo’, dijo, y por eso hay que respetar los plazos y tiempos políticos. Lo importante en este contexto es seguir manteniendo la unidad. A medida que se acerquen los momentos electorales se verá cómo se arma el espacio.
—Se bajaron los decibeles.
—Creo que sostener la unidad depende de todos los espacios, no solamente de Cristina. Hay que llegar a consensos para que la unidad se sostenga, se mantenga, y así nos pueda llevar a la victoria el año que viene. Depende de cada uno de los sectores y no sólo de Cristina.
—¿Cómo evalúa los últimos discursos de Mauricio Macri?
—Me parece que esto también lo dijo Cristina. Se creen innovadores, la nueva política, y son políticas que ya se han empleado y que ya sabemos lo que generan: más desocupación y más desempleo.
—¿Lo dice por la situación de Aerolíneas Argentinas?
—Es contradictorio lo de Aerolíneas, porque si hablan de generar trabajo y de promocionar nuestro país, sin transporte no hay turismo. Si se privatiza dejaría tener una mirada colectiva y federal del país, hay destino que hoy están creciendo y dejarían de hacerlo. Es una fuerza política que cree que es mejor realizar una reforma laboral para precarizar el trabajo y bajar aún más los salarios para que los empresarios se beneficien y saquen aún más ventaja.
—¿Ve un escenario para convocar a la Unión Cívica Radical?
—La UCR es un partido popular, que nació con Alem e Yrigoyen, y que realmente no se condice en nada con la ideología del PRO. Pero bueno, yo entiendo que el PRO lo absorbió. Hoy el radicalismo le está sirviendo el café a la derecha. No tiene ningún protagonismo. Pero espero que eso empiece cambiar, dentro del radicalismo hay dirigentes muy valiosos que se deberían inclinar al campo nacional y popular. Me parece que ellos se están dando cuenta de eso. Ojalá tomen la decisión de acompañar las políticas que favorezcan al pueblo.