Dinamarca, uno de los favoritos para pasar a octavos de final por el Grupo D, no pudo con Túnez este martes en el debut de ambos en el Mundial de Qatar. El encuentro celebrado en el estadio Ciudad de la Educación, en Rayán, finalizó sin goles y se transformó en el primer 0-0 de esta Copa.

Gran "culpa" de la sequía goleadora tuvieron los arqueros de uno y otro lado, las grandes figuras del encuentro. Por el lado de Dinamarca se destacó el experimentado Kasper Schmeichel (36 años, del Niza de Francia). El hijo del histórico Peter se quedó con la más clara de los tunecinos cuando manoteó una linda definición del nueve Issam Jebali (milita en el Odense, de Dinamarca, justamente) en el primer tiempo. Este es el segundo Mundial de Kasper, luego de debutar en Rusia 2018 y recibir apenas dos goles en cuatro partidos.

En tanto, el uno tunecino Aymen Dahmen (en realidad el número 16, uno de los cuatro que llevó el elenco africano al Mundial) se destacó con cinco atajadas, entre ellas una a un bombazo de Christian Eriksen (Manchester United) desde afuera del área. Dahmen ataja en el Sfaxien de su país y este fue apenas su quinto partido en la selección.

El encuentro fue de ida y vuelta, con un inicio muy favorable a Túnez, quizá sorprendiendo a los daneses por su intensidad. La cosa después se fue acomodando en favor de Dinamarca, que recién sobre el final contó con sus chances más claras, incluso con un cabezazo abajo del arco del ingresado Andreas Cornelius, quien pareció no querer arriesgar con darse la cabeza con el palo y se tiró con cierta precaución para finalmente pifiar el testazo.


Prueba de lo bien que arrancó uno y lo flojo de otro, fue que el técnico danés Kasper Hjulmand hizo cuatro cambios antes de que el tunecino Jalal Qaderi haga su primera variante.

También hubo participación del VAR y goles anulados en esta historia. Uno por lado, aunque la de Túnez fue por una posición adelanta mucho más fina que la de los nórdicos.