“La profe comenzó a narrar los problemas matemáticos tomando legislaciones vigentes en nuestro país. Por ejemplo, 'Juan y José se están por casar, tienen 380 invitados y hay que dividirlo en nueve mesas'. Apenas ella narraba el problema los alumnos le decían 'profe se equivocó: debe ser Juana y José, ¿o es puto?' y ella tomaba esos episodios disruptivos para aclarar que en nuestro país existe una ley de matrimonio igualitario”. De esta manera Mariana Dapuez, especialista en educación sexual integral (ESI), ejemplifica la manera de transversalizar los contenidos de ESI en toda la currícula escolar. Es autora de dos libros que abordan el tema con propuestas muy didácticas para aplicar en las aulas desde nivel inicial hasta en la formación docente. De ellos habla en esta entrevista.
Dapuez nació en Córdoba Capital. Es psicóloga, escritora y compiladora, Docente en la Universidad de Nacional de Córdoba en la Cátedra Psicología y Educación en la Facultad de Artes. Especialista en Psicología Educacional y Educación Sexual. Magíster en Género, Sociedad y Políticas Públicas en salud sexual y reproductiva, de FLACSO. Formó parte del equipo de ESI de la provincia de Córdoba desde su origen y durante más de diez años
Como resultado de muchos años de trabajo en espacios de Educación y de Salud escribió los libros ¿Cómo implementar la ESI con equidad de género? En territorio de educación y salud (Editorial Brujas) Y Artes y ESI. Experiencias y reflexiones (Facultad de Artes, Universidad Nacional de Córdoba). Justamente desde Córdoba mantuvo esta comunicación con Página/12.
-¿Cuáles son los temas de la ESI que no son tan abordados hoy y qué demandas surgen de parte de adolescentes?
- Hay muchas temáticas que son abordadas desde las redes sociales. Tenés publicaciones en Instagram, TikTok, vivos de Facebook y demás, pero muchas veces circula información chatarra. En las instituciones educativas seguimos encontrándonos con muchos mitos, prejuicios y tabúes que inhiben la posibilidad de explicar modos de cuidado efectivos en las relaciones sexo afectivas en la adolescencia. Por ejemplo, comunicar el hecho de que tanto el sexo oral, el anal y el vaginal transmiten cualquier tipo de ITS si no se realizan de manera consentida y con protección de preservativo o campo de látex. Otra temática carente es hablar de la diversidad en términos no binarios. Nos está costando mucho eso y lxs chicxs, en esta construcción paulatina de su identidad, nos interpelan permanentemente acerca de cómo podemos acompañarlxs en este proceso transicional, ya sea de cambio de identidad o expresión de su orientación sexual erótica no heteronormada. En ese sentido, se trabaja en las escuelas, en torno a todas las acciones, costumbres o rituales que se hacen cotidianamente y que transmiten determinadas ideas y visiones sobre la sexualidad para interpelarlas y revisarlas. Por ejemplo, dejar de diferenciar filas de modo binario (varones y mujeres), consultar siempre a lxs estudiantes como quieren ser nombradxs, dejar de referirnos en comunicados y notas usando el “Sres.Padres” que realiza un borramiento de la diversidad de familias y adultxs cuidadorxs, la necesidad de baños sin distinción de género, entre otros.
-Parece más sencillo aplicar la ESI en disciplinas sociales, ¿qué pasa con las otras, por ejemplo, cómo se enseña ESI en matemáticas?
- Implicó un cambio en el posicionamiento de la docente que venía participando de espacios institucionales de capacitación que yo coordinaba. Un día se acercó a mostrarme su producción en una narración de los problemas matemáticos con perspectiva de equidad de género. La profe María Espíndola, docente de una escuela de la periferia de la ciudad de Córdoba, comenzó a narrar los problemas matemáticos tomando legislaciones vigentes en nuestro país. Por ejemplo, “Juan y José se están por casar, tienen 380 invitados y hay que dividirlo en nueve mesas”. Apenas ella narraba el problema los alumnos le decían “profe se equivocó: debe ser Juana y José ¿o es puto?” y ella tomaba esos episodios disruptivos para aclarar que en nuestro país existe una ley de matrimonio igualitario, que ser putos no es un insulto, que tener una orientación sexo-erótica homosexual no es patológico y que desde hace 25 años la OMS lo quitó de los manuales de psiquiatría, etcétera, etcétera.
-Habla de las y los preceptores como agentes con un rol estratégico en la ESI ¿cómo es eso?
- Tienen un rol muy importante, además de estratégico, ya que conocen situaciones particulares de lxs jóvenes, conocen los contextos familiares y también las pautas de convivencia o disciplinares de la escuela. Muchas veces van haciendo artesanías para conciliar estas tres puntas. Cuando están capacitadxs con herramientas teórico-metodológicas referidas a la ESI, son intervenciones mucho más resolutivas, equitativas y con empatía de las vivencias de lxs jóvenes.
-Uno de los libros da lugar a hablar de adolescentes en los consultorios de ginecológicos y andrológicos ¿cuáles son los motivos de consulta de las chicas? ¿Y qué pasa con los varones?
- Los motivos de consulta de las chicas en los centros de salud la mayoría de las veces tienen que ver con anticoncepción o ante la emergencia de un embarazo no intencional. Históricamente se ha depositado la responsabilidad del cuidado reproductivo en las mujeres y sabemos que el gasto en prevención de salud pública está destinado hacia las mujeres, mientras que el mayor gasto en situaciones de emergencia o disruptivas se lleva a la atención de varones. La visibilización de las nuevas masculinidades viene posibilitando una consulta preventiva, con ello se habilita el trabajo del reconocimiento del propio cuerpo, sus procesos y la necesidad de hacer una consulta oportuna y no solo frente a la gravedad de algunas situaciones. A la vez, se intenta propiciar la equidad en la responsabilidad del cuidado de la salud, el consentimiento y los vínculos sexo afectivos en la adolescencia.
-Estos libros surgen desde Córdoba, ¿qué particularidad aporta el conocimiento situado en esa provincia en relación a la ESI?
- Estos libros surgen de mi recorrido por distintas provincias de la mano de ser capacitadora y tallerista del programa nacional de ESI, veía redundancias e interpelaciones frecuentes que también se daban en Córdoba. Es decir, había cuestiones de idiosincrasia de nuestro país que nos atraviesan, están presentes en distintos territorios, y Córdoba tiene la particularidad de tener mucha gente religiosa con pensamiento moralizante, por un lado, y por otro, ser una provincia y una ciudad de vanguardia en muchas cuestiones por tener la universidad, diversidad de culturas y características socioculturales muy diferentes a muy poca distancia unas de otras. Sin embargo, las necesidades de lxs niños, niñas y adolescentes son las mismas. Estaría faltando, por ejemplo, adultxs con posibilidad de escuchar, de brindar un espacio de diálogo y confianza, de no tener miedo a las reacciones familiares. Es por eso que necesitamos docentes segurxs y capacitadxs según el marco legal vigente, con ganas de auto administrarse con los recursos existentes y que se sientan avaladxs en la ley a la hora de resolver episodios disruptivos, con la suficiente responsabilidad para poner entre paréntesis sus preconceptos, priorizando el interés superior de lxs niños, niñas y adolescentes. Es en este juego de vaivén de necesidades, posibilidades y herramientas teórico-metodológicas que se va construyendo una artesanía adecuada a cada contexto.