La Corte Suprema confirmó que sigue en pie de guerra. En su doble condición de presidente del máximo tribunal y del Consejo de la Magistratura, Horacio Rosatti tomó juramento a once de los veinte integrantes del órgano encargado de seleccionar y sancionar a jueces y juezas. Juraron en el Salón Bermejo del cuarto piso del Palacio de Tribunales los representantes del estamento de abogados, jueces y académicos. No lo hicieron los ocho representantes del Senado y Diputados, pese a que el Congreso entregó los pliegos el viernes pasado. La jura del senador Martín Doñate, judicializada por Juntos por el Cambio bajo el amparo del último fallo de la Corte, demoró la jura y abrió un tiempo de espera hasta la próxima reunión del pleno de la Corte, que se haría el jueves y promete una nueva batalla con el Senado.
De la ceremonia de juramentación participaron los otros tres miembros del alto tribunal: Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti. Juraron Hugo Galderisi y Guillermo Tamarit por la academia; Miguel Piedecasas, Héctor Recalde, Jimena de la Torre y María Fernanda Vázquez, en representación de los abogados y Diego Barroetaveña, Alberto Lugones, María Alejandra Provítola y Agustina Díaz Cordero, en representación de los jueces. También juró Gerónimo Ustarroz, en representación del Poder Ejecutivo. La Corte aún debe tomar juramento a los ocho integrantes del Congreso. Por diputados, Vanesa Siley y Rodolfo Tailhade del FdT; Álvaro González del PRO y Roxana Reyes de la UCR. El Senado avaló el decreto parlamentario 86/22 que designó como consejeros a los oficialistas María Pilatti Vergara, Mariano Recalde y Martín Doñate y al radical Eduardo Vischi. Juntos por el Cambio no participó de la sesión, llamó a una conferencia de prensa y bramó por la designación que reclaman para Luis Juez.
El Consejo quedó integrado así con once integrantes a los que se suma la silla de Rosatti. Pero la composición dejó un nuevo dilema: para poder funcionar, el Consejo requiere al menos de 12 integrantes. Un número que obligará a la Corte a resolver de manera rápida qué hará con los legisladores.
El próximo jueves la Corte tiene reunión de acuerdo. Y se espera que sea el ámbito en el que resuelvan la situación. Según información del propio Consejo, los supremos analizan distintos escenarios, entre ellos el alcance del último fallo para entender si sólo tiene validez para la antigua composición del Consejo tal como sostiene el Frente de Todos o alcanza a la designación actual. Esa sería una de las decisiones que estudia la Corte más seriamente para no repetir el círculo que terminó con la impugnación del senador del FdT.
Mientras tanto, el senador cordobés ya presentó un recurso de amparo ante la Justicia para buscar quedarse con la banca, sobre la base del fallo de la Corte del último 8 de noviembre que invadiendo el territorio de autonomía del Congreso declaró nula la división de los bloques del Frente de Todos que posicionó a Unidad Ciudadana como tercera minoría en abril. El caso está bajo estudio de la jueza María Alejandra Biotti, titular del juzgado contencioso 5 que debe resolver el pedido. El procedimiento es el mismo que el senador cordobés había iniciado en abril, rechazado en primera y segunda instancia bajo el criterio de que la organización de los bloques parlamentarios no es materia judicializable.
A contramano de los tribunales inferiores, la Corte definió que sí puede juzgar las motivaciones de los senadores para agruparse políticamente, aunque aclare en el fallo que no se arroga tal función sino que busca establecer un criterio para "identificar" los bloques al momento de elegir su representación en el Consejo. Con ese antecedente, el espacio del senador ahora analiza no esperar a cerrar toda la vuelta y luego del primer fallo – si es en contra-- recurrir con un Per Sáltum ante la Corte. Sin embargo, todo ese trámite podría ser abreviado si la Corte este jueves decide darle una mano.