Pedro Saborido se define como un “futbolero pasivo”. Explica que no entiende mucho de fútbol, pero que cuando va a la cancha se queda en los detalles: puede ser la tarea del vendedor de panchos que no puede ver los partidos porque está de espalda o cómo cuelga algún hincha del paraavalanchas. Sin embargo, no duda en que el clima futbolero le fascina. 

En diálogo con AM750, el escritor que acaba de presentar Una historia de vida en el capitalismo, cuenta que le gusta que el clima mundialista porque siempre estuvo rodeado de gente futbolera. "Soy como un fumador pasivo. Soy más contexto que otra cosa. El mundo entra en una efervescencia especial. Si el Mundial fuera todos los años sería diferente. La rutina vulgariza. Uno se encariña, pero nadie enloquece porque juega Aldosivi el sábado. Por eso ese clima me gusta”, reflexiona.

Saborido asegura que con todo esto tiene que ver cómo vivió ayer la sorpresiva derrota de Argentina ante Arabia Saudita por el primer partido de la fase de grupos. Dice que “hay que entender la catarsis”.

El día de ayer fue un poco más difícil. Todo está armado en un territorio de inocencia y el otro que especula con esa inocencia. Donde hay una pasión, hay un negocio. Sin inocencia no habría negocio”, explica su visión sobre el fútbol, el negocio, la pasión y la inevitable tristeza cuando el rival mete un gol.

Y agrega: “El fútbol existe para que se pueda llorar. Para eso es el juego. Si uno intenta mirar una lógica de que un equipo se vaya al descenso, es que es un motivo para emocionarse, para estar mal. Por eso se llora. Porque es un juego. Por eso se le pone pasión. Hay mil cosas para llorar. Algunas pueden ser más inútiles que otras”.

Cuándo y dónde ver a Pedro Saborido

  • Pedro Saborido se presentará junto al artista plástico Daniel Santoro este viernes en Perón Volvió, el predio el Dorrego, ubicado en Zapiola 50. Las entradas se pueden conseguir haciendo click acá. 
  • El sábado 26 de noviembre Pedro Saborido se presentará junto al humorista gráfico Miguel Rep en Café Berlín, a las 20.30, con entradas a $1.800.