El presidente Alberto Fernández suspendió su viaje a Corrientes, a la 15° Asamblea del Consejo Regional del Norte a la que planeaba asistir, debido al proceso de recuperación que afronta tras su problema de salud que inició con una gastritis erosiva diagnosticada durante la cumbre del G20. La recomendación médica fue retomar las actividades de su agenda "de a poco", y por lo tanto, el jefe de Estado optó por permanecer en Buenos Aires, en donde tuvo una encuentro con intendentes bonaerenses. La decisión va en sintonía con la suspensión de su visita a su par mexicano Andrés Manuel López Obrador prevista para hoy en la capital Azteca.
El sábado pasado, tras su regreso de la gira internacional, Fernández se sometió a un chequeo médico que no arrojó lesiones con sangrado activo tras el cuadro de gastritis erosiva que sufrió en Bali y se le indicó reposo y el retorno paulatino a sus actividades laborales, según reportó la Unidad Médica Presidencial.
Fernández volvió esta semana a la Casa Rosada donde se mostró en reuniones con el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el ministro de Economía, Sergio Massa. Aunque por prescripción médica debió desistir de viajar a una cumbre de los gobernadores del Norte Grande en Corrientes. En su reemplazo asistieron Manzur y los ministros Eduardo “Wado” de Pedro (Interior), Victoria Tolosa Paz (Desarrollo Social), Santiago Maggiotti (Desarrollo Territorial y Hábitat) y Gabriel Katopodis (Obras Públicas). Allí, anunciaron "el compromiso" del gobierno nacional de dotar de "2 mil millones de pesos" al refuerzo alimentario para las provincias del norte.
En paralelo, el Presidente mantuvo un encuentro con los intendentes bonaerenses Alberto Descalzo (Ituzaingó) y Juan José Mussi (Berazategui); y con exjefe comunal de Florencio Varela Julio Pereyra. En su despacho, analizaron el impacto de las últimas medidas económicas, como el incremento del salario mínimo, el aumento en la tarjeta Alimentar y de la movilidad jubilatoria.
Estado de salud
Los dos vahídos que padeció en Indonesia lo obligaron a ausentarse de varias de las actividades del G20, así como también de un viaje programado a México para reunirse con su par Andrés Manuel López Obrador. La bilateral con el mandatario mexicano fue suspendida luego de que México mantuviera su candidato en la carrera a la titularidad del BID, a pesar de haber prometido apoyar el nombre de la administración argentina.
El episodio de salud ocurrió el martes pasado en esa isla del país asiático cuando, mientras dialogaba con el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, Fernández sufrió un cuadro de hipotensión y mareos. El jefe de Estado dijo sentirse mareado y allí fue asistido por el traductor oficial Walter Kerr, el único argentino habilitado a ingresar a las sesiones de los mandatarios como acompañante de Fernández, quien debía ese día hablar sobre "Seguridad Alimentaria y Energética".
Tras ser atendido en el lugar, el mandatario fue trasladado en una ambulancia al Sanglah General Hospital de Bali, acompañado por el ministro de Salud de Indonesia, Budi Gunadi Sadikin; el médico argentino Manuel Estigarribia, de la Unidad Médica Presidencial; y los secretarios General de la Presidencia, Julio Vitobello; y de Prensa y Comunicación, Gabriela Cerruti.
En ese centro asistencial, le realizaron análisis de sangre y una endoscopía, que determinó el cuadro de gastritis erosiva con signos de sangrado, por el cual debió restringir algunas actividades previstas en el marco de la cumbre de líderes del G20. Una recomendación que ahora se extendió tras su regreso al país mientras se recupera.