El belga Kevin De Bruyne no se amilanó a la hora de asegurar que le “frustra” no poder jugar en Bélgica como lo hace en el Manchester City, ya que con los Diablos Rojos se tiene que "adaptar" a los compañeros que tiene, a la vez que reconoció que "debería mostrar menos" este sentimiento.
“En Bélgica no puedo jugar como lo hago en el City. El City es un equipo en el que llevamos siete años jugando juntos y los jugadores se compran según una determinada filosofía. En la Selección, hay que adaptarse a los jugadores que tenés. ¿Eso me frustra? Sí, pero debería mostrarlo menos. Pero me esfuerzo por alcanzar la perfección", comentó el volante en conferencia de prensa desde la concentración belga.
"Se que mis reacciones a veces no son buenas. Debería contenerme más, completó al referirse sobre la discusión con el defensor Alderweireld durante el Bélgica 1, Canadá 0 del debut.
"He estado pensando en mí mismo. ¿Cómo puedo manejarlo mejor? Pero todo el mundo sabe que es una forma de hacer que el equipo juegue mejor. Entonces no se trata de mí, sino del equipo. Pero tengo que aprender a reaccionar mejor; es algo en lo que tengo que trabajar como persona”, añadió.
Bélgica, amplio favorito en el Grupo F que también tiene a Croacia y Marruecos, tuvo un debut complicado a pesar del triunfo, donde fue superado por amplios pasajes del juego por un equipo en la previa, mucho menor, como Canadá.
La buena noticia para los Diablos Rojos en la previa del choque del domingo ante Marruecos es que su delantero estrella, Romelu Lukaku, pudo entrenar por segundo día consecutivo luego de perderse el debut por lesión.
El tanque belga lidia desde fines de octubre con una distensión en el tendón de la corva izquierda por la que suma casi dos meses apartado de las canchas.
Aun así, el DT Roberto Martínez le incluyó en la convocatoria para el Mundial, manejando un calendario de recuperación por el que podría estar al 100% en unos hipotéticos octavos de final. Su momento podría llegar antes, aunque la cautela prima en la concentración de Bélgica.
Lukaku fue pieza clave de los Diablos Rojos en los Mundiales de 2014 y 2018, cuando alcanzaron cuartos de final y el tercer puesto respectivamente. El actual delantero del Inter de Milán (su pase pertenece al Chelsea de Londres) lleva cinco goles en diez partidos de la cita máxima.