Inglaterra se volvió un equipo terrenal después de la deslumbrante actuación del debut. El conjunto de Gareth Southgate estuvo lejos de mostrar lo mismo que había exhibido ante Irán y sólo empató 0-0 con Estados Unidos, que incluso estuvo más cerca de quedarse con la victoria. El resultado dejó abierto el Grupo B, con los cuatro equipos con chances de avanzar, pero sin ningún clasificado antes de la última jornada. 

Muy lejos quedó el debut ante Irán para la selección inglesa. Ante un rival disciplinado y dinámico como Estados Unidos, los europeos padecieron el desarrollo y estuvieron cerca de perder, sobre todo cuando Pulisic colocó un zurdazo que se estrelló en el travesaño. Incluso McKennie tuvo otras dos ocasiones pero le faltó precisión en el remate final.

Más alla de la búsqueda, Inglaterra falló esta vez en la generación de juego, ya que no pudo asociar a los mediocampistas con sus delanteros. Entonces generó poco peligro frente a Turner: una entrada de Harry Kane que Zimmermann despejó delante de la línea y un remate de Mason Mount que el arquero desvió al corner. 

Con el correr de los minutos, los dos se fueron conformando con el empate, aunque a ninguno lo terminó de convencer. Los ingleses, porque deberán ganarle a Gales para asegurar el primer lugar del grupo -y no perder por más de tres tantos para no quedar eliminados-. Y los estadounidenses, que fueron más que sus dos rivales pero no pudieron ganar, porque quedaron obligados a superar a Irán en la última ronda para seguir en competencia.