Un joven no se detuvo ante la señal de alto que dio la Policía de la Ciudad, y la respuesta de los oficiales fueron tres tiros por la espalda. No tenía armas, tampoco drogas, los papeles de su moto estaban al día. Mientras estaba contra el piso, malherido, tres oficiales le propinaron varias patadas y golpes. Los vecinos de Balvanera, ante el escalofriante hecho que fue captado por las cámaras del barrio, realizaron en Urquiza y Belgrano un ruidazo para pedir por Gabriel Mastrangelo y por el fin de la violencia que despliega la Policía de la Ciudad.
Mastrangelo, víctima de la peor cara de las fuerzas de seguridad, tiene 26 años y continúa con vida. Se encuentra en el Hospital Ramos Mejia en grave estado, sus amigos y compañeros cuentan que tiene ataques de pánico, “no puede respirar tranquilo” por todo lo que sucedió y lo que le queda es seguir sufriendo las secuelas físicas que le queden cuando pueda volver a su casa.
El parte médico dice que sufrió una rotura en los intestinos por lo que se le debió aplicar una ostomía (bolsa intestinal), tiene líquido en los pulmones, lo que requiere intervenciones quirúrgicas muy frecuentes, y una bala sigue aún alojada en su cuerpo. Gabriel es deportista, y da clases de fútbol, gratis, a los chicos en la escuela Diego Armando Maradona, de Balvanera. No es probable que tras el ataque pueda seguir haciendo estas cosas.
Justo antes del incidente había propuesto poner una peluquería que tuviera precios populares en el Centro Cultural de Balvanera. “Gabi es un pibe bueno, solidario. Se puede hablar con cualquier persona de la plaza que va a decir que era una buena persona, que estaba peleando para obtener un trabajo estable”, sostuvo Sabrina Capelli, referente del Movimiento Evita en el que Gabriel es militante.
La impotencia invadía el aire a las 12.30 en la puerta del Departamento Cuerpo Policía Motorizada, pero la fuerza de vecinos, familiares y amigos del joven se hacía sentir con los bombos, los carteles y los silbatos. Y sobre todo con las consignas contra el gatillo fácil. “Está custodiado por la misma Policía de la Ciudad, bajo amenazas y por eso tratamos de concentrar la mayor cantidad de personas para que sepan que Gabi y su familia no están solos. Estamos hartos de la violencia que vemos todos los días en el barrio”, dijo Victoria Vázquez, vecina del barrio.
Gabriel iba en su moto, el viernes 19 de noviembre, volviendo a su casa cuando oyó la señal de alto. “El sabía cómo son con nosotros, está acostumbrado al maltrato policial, y el abuso que sufrimos todo el dia en el barrio, entonces aceleró, porque se asustó”, relató la referente. Las balas salieron del arma de Marcelo Garro, un agente policial que pertenece al Cuerpo de Policía Motorizada. Cuando el joven cayó por los balazos, en las filmaciones puede verse cómo lo reducen en el piso y le pegan.
En la ambulancia que lo trasladaba “recibió golpes de puño en el estómago al grito de 'no va a sobrevivir de esta''', dijeron desde el Movimiento Evita.
"Lo tenemos naturalizado y la gente enseguida pregunta qué estaba haciendo y la verdad es que estamos en peligro permanente con la policía, porque están los chicos de punto”, resaltó enfáticamente otro vecino, que estuvo en el ruidazo. Mientras otros sostenían carteles donde se leía: "¿Quiénes nos cuidan de la policía?", "Fuerza Gabi", "La policía me persigue por pobre", “Los jóvenes no somos un peligro ¡Estamos en peligro!”
La familia de Gabriel, luego de presentar la denuncia por lo ocurrido, tuvo la visita de agentes de policía vestidos de civil, en el hospital. Los agentes les sugirieron que desistieran en sus acciones judiciales. "Estuvo detenido, le armaron una causa que se cayó porque no pudieron probar que él tuviera un arma o fuera un delincuente. Y ahora la custodia que enviaron es la misma que intentó matarlo", afirmó Capelli.
"Estamos acompañando a la familia porque viven acá hace años, los conocemos y esto no puede quedar así”, aseguró la referente, que está en constante comunicación con los familiares. Y añadió: "Le arruinaron la vida a él y a todos los que lo queremos".
Informe: Mercedes Chamli