1) El golazo de Messi demostró donde es verdaderamente determinante: en los ultimos 25 o 30 metros de la cancha y con el arco de frente. Hacerlo jugar como lo hizo en el primer tiempo, a 50 metros del arco, de espaldas y con la pelota pasándole por arriba no le sirve a él ni al equipo. Lo convierte en un jugador más, en un Messi de cinco puntos, como fue hasta ese zurdazo estremecedor que abrió un partido con destino de cero.
2) ¿Enzo Fernández será titular ante Polonia o Lionel Scaloni lo volverá a poner en el segundo tiempo? El volante de Benfica cambió a la Selección, la adelantó 15 metros en la cancha y le aportó mucho de lo que estaba faltando: toque, soltura y movilidad en el medio. Su golazo redondeó una actuación para el aplauso. En un primer análisis, es posible que ante México, Enzo haya acumulado los méritos para jugar el miércoles desde el arranque. Pero también es posible el cuerpo tecnico estime que lo suyo vale más viniendo desde el banco que jugando desde el principio.
3) ¿Que le pasa a Rodrigo De Paul? De aquel volante pujante e intenso que fue en los cuatro años previos, a Qatar sólo ha llegado su versión más embarullada e imprecisa. Traslada demasiado la pelota y muchas veces, termina pasándosela a los rivales. Tal vez, además de la presión que siente todo el equipo, también lo estén afectando a algunas cuestiones personales extrafutbolísticas. Su continuidad tiene que ver más con el liderazgo emocional que ejerce sobre sus compañeros que con su rendimiento efectivo en la cancha. Hizo méritos para salir, pero sigue quedándose.
4) Tampoco sirve que Lautaro Martínez baje hasta la mitad de la cancha a buscar el juego que no le llega. El centrodelantero del Inter hace un desgaste inestimable saliendo a presionar a los centrales rivales. Si además, tiene que arrancar a 50 metros del arco rival porque nadie le arrima una pelota decente, le volverá a pasar lo que le pasó el sábado: se fue de la cancha sin haber rematado una sola vez al arco.
5) De Arabia Saudita a México, Scaloni renovó tres de las cuatro posiciones de la defensa. Sólo Nicolás Otamendi jugó los dos partidos. Y justificó la decisión. Nunca llenará los ojos. Pero fue un puntal de fondo. Como primer o segundo central y hasta como lateral derecho. Jugador de Selección que no brilla. Pero nunca deja de a pie.
6) "Cuti" Romero y Leandro Paredes llegaron al Mundial como titulares indiscutidos. Pero ya no lo son. Romero tuvo algunos minutos ante México. Paredes, ni siquiera eso. Desde el cuerpo técnico se dice que necesitan algunos entrenamientos más para ponerse a tono y que podrían reaparecer el miércoles. Habrá que ver si en 72 horas recuperan lo que le estaba faltando y vuelven a sus puestos o siguen sentados en el banco.
7) La Selección está ahogada, maniatada por los nervios y su autoexigencia. El país triunfalista y esperanzado ha entrado en la concentración de Doha. Y la presión resulta dificil de sostener para los jugadores y el cuerpo técnico. Es muy complicado sobrellevar una Copa del Mundo con semejante nivel de angustia. No se puede liderar con claridad ni se puede jugar bien. Y eso, por el momento, se ha reflejado en la cancha. El enemigo íntimo está ahí y nadie ha podido correrlo.
8) Nada indica que vaya a verse de aquí en más, un equipo más fresco y desinhibido. Si ante México, una derrota implicaba irse del Mundial en el segundo partido, perder ante Polonia significará una eliminación en primera fase que nadie quiere experimentar. El precipicio volverá a estar a 90 minutos de distancia. Y con esa amenaza, la Selección saldrá a la cancha. El miedo a la derrota otra vez pesará más que la alegría de la victoria y la clasificación a octavos.
9) A diferencia de otras Selecciones argentinas más curtidas, ésta no sabe sufrir. Y está haciendo el aprendizaje en pleno Mundial. La Copa América ganada a Brasil en Brasil en 2021, la racha de 36 partidos sin perder y el lazo emocional que se anudó con la gente la conviritió en un equipo querido, blindado a las críticas y a las malas energías. Por lo inesperada, la derrota del debut tuvo el efecto de una bomba moral para todos. No estaban preparados para recibirla y como se vio ante México, todavía se están juntando las esquirlas.
10) Jugando como se le jugó ante México, tal vez se le pueda ganar a Polonia y avanzar a octavos. Pero será difícil ir más allá por más que un cruce mano a mano, todo es posible. La Selección está para dar pelea. Pero dar pelea no significa que pueda salir campeón. Para ser campeón se necesita otro fútbol y otra cabeza. Y eso todavía no se lo esta viendo en la Selección Argentina.