Los primeros 75 años del Sindicato de Músicos de Rosario marcan la solidez de una trayectoria. En este recorrido de años y acompañamiento al sector, la figura del Secretario General Hugo Vitantonio asoma ejemplar, habida cuenta del proyecto de trabajo que integra y que fuera refrendado en las últimas elecciones de abril. El número 75 obliga a celebraciones y rememoraciones, herramientas también necesarias para dar continuidad a la tarea.

“Lo que destaca es el hecho de que la institución haya sobrevivido a tantos momentos distintos en la historia de nuestro país, sumado a los cambios permanentes en las características del ejercicio profesional, en cuanto a cómo funcionan los mercados del espectáculo y cómo inciden las nuevas tecnologías o los medios de comunicación. La institución ha demostrado fortaleza suficiente como para reinventarse, inclusive cuando no hubo democracia en Argentina, lo que llevó a que muchas organizaciones gremiales no pudieran sobrevivir”, refiere Hugo Vitantonio a Rosario/12.

“Y llama también la atención en estos tiempos, cuando los colectivos se constituyen a partir de grupos de WhatsApp; es decir, todo ha tomado una eventualidad y un carácter tan efímero que cuesta pensar que sobre fines de la década del ’40, los músicos no solamente se unieron por sus luchas sino que además construyeron una organización potente, que pudo comprar su propio edificio, y que se institucionalizó y se ajustó a derecho, cumpliendo con todo lo que la ley fue exigiendo para tener una existencia real”, continúa el Secretario General.

-Los 75 años deben sumar una cantidad enorme de historias por relevar y compartir.

-Nuestra historia no está contada sistemáticamente, sino que está metida en cada una de las hojas de los libros de la administración del sindicato, donde quedaron plasmados los contratos, las actuaciones, quiénes tocaban en qué lugares. El investigador rosarino Lautaro Kaller está estudiando a fondo esos libros desde hace unos años; son monumentales, deben tener 80 cm de base por 60 de alto, con 500 hojas cada uno. Unos libros que hoy solamente podemos ver en los templos y en los museos. Ahí está todo, está la cosa pequeña, la que finalmente construye el gran relato, porque todo esto no es producto de la aplicación sistemática de una estructura ideológica, sino una construcción colectiva, que se fue desarrollando a lo largo de los años.

-Un recorrido que se relaciona con nuevas generaciones y desafíos.

-Por la influencia de los nuevos géneros que se fueron sumando, aparecieron también distintas prácticas, así como los cambios en los espacios donde los músicos desarrollan sus actividades. Cuando nace el sindicato, lo hace luego de todo un proceso de décadas, cuando en Rosario existía la Asociación del Profesorado Orquestal, en su mayoría integrada por músicos de formación clásica, inclusive con extranjeros que venían con toda la práctica sindical europea. Por eso, empezó como un movimiento más mutualista que sindical. Luego, con la llegada del peronismo, empieza a tomar forma la idea del sindicato como tal y nace el Sindicato de Músicos, con el formato que se desarrolló a mediados de la década del ’40. Eran épocas en las que Rosario tenía una virtud para los músicos y era que no estaba tan subordinada a los mandatos de las industrias culturales y los medios de comunicación porteños. En las radios había actuaciones permanentes con músicos en vivo y tenemos los libros en donde están detalladas las actuaciones de cada una de las orquestas de la época, en cada una de las radios de Rosario, que además tenían sus propios auditorios. Los músicos que tocaban eran los mismos que durante los fines de semana la gente iba a ver para bailar en los distintos clubes y asociaciones sociales de la ciudad. En ese contexto era mucho más sencillo para el músico poder trabajar, porque no estaba condicionado. Hoy, un músico local no puede por sí solo llenar el Anfiteatro; sin embargo el Anfiteatro se llena, pero con artistas que vienen desde Buenos Aires o el exterior. Eso es lo que ha cambiado y ha hecho mucho más difícil el desarrollo dela profesión.

-¿Qué elegís destacar del desempeño sindical de los últimos años?

-Después de todos estos años, el sindicato ya forma parte de un grupo institucional que lo sobrepasa. Hace 35 años hemos fundado nuestra propia escuela de música, que está incorporada al Ministerio de Educación de la provincia; es una escuela pública de gestión privada, y eso le ha dado una particularidad a toda la institución, porque hemos desarrollado un área educativa en el contexto más complejo, que es el del sistema educativo. Emitimos títulos oficiales, estamos supervisados técnica y pedagógicamente. Todo eso nos coloca en un estándar de mucha exigencia. Por otra parte, desde hace 25 años el sindicato tiene su propia fundación cultural, la Fundación MusiMedios, desde allí desarrollamos una cantidad de proyectos que no podríamos haber hecho de tener sólo el sindicato. La fundación implica la posibilidad de vincularnos con otras fundaciones culturales del país y del exterior. Estas tres herramientas de gestión, articuladas debidamente, han dado una potencia inusitada. Esto es algo que podemos palpar desde los últimos 15 o 20 años, participando en una cantidad de espacios que nos permiten tener una mirada mucho más integral y una cantidad de oportunidades que de otra manera no las podríamos abarcar. Ese es el presente y el futuro del sindicato.

-Entre las acciones próximas, ¿cuáles aparecen?

-Hay que trabajar en proyectos legislativos. Estamos con una legislación muy retrasada. Localmente no tenemos actualizada una ordenanza del espectáculo público que contemple todas estas particularidades. Nuestras leyes nacionales deben ser actualizadas y para esa tarea estamos en un permanente diálogo con todos los organismos del estado. Además de asumir la tarea burocrática y cotidiana, basada fundamentalmente en la certificación y en otorgar seguridad a la herramienta profesional más importante que es el contrato. Un músico sin contrato, al momento de desarrollar su actividad, estaría yendo desnudo a trabajar. Es el contrato el que te da todas las garantías posibles al momento de iniciar tu tarea.