La novedad es que la orquesta argentina de música popular Don Olimpio acaba de publicar su tercer disco, Vengo (2022). Pero lo que realmente importa aquí es el cómo. Lo primero que hay que decir es que en su nuevo disco el grupo consolida una lógica y una ética de trabajo que lo acompaña desde los inicios: el abordaje colectivo. En Don Olimpio el ensamble grupal y la obra están por delante de las individualidades. Y la otra novedad tiene que ver con la elección del repertorio elegido: esta vez versionan obras de autores y compositores contemporáneos/as como Gabo Ferro, Ana Robles, Luz Galathea, Juan Saraco y Hugo Fattoruso. Y además incluyen canciones escritas por integrantes de la orquesta: Milagros Caliva, Nadia Larcher y Andrés Pilar.
"Así es que conozco la tierra, ¿de dónde viene tu voz?", se pregunta cantando Nadia Larcher en la canción que abre el disco, "Al sol", de su propia autoría. Desde el interior de la orquesta, también resalta la composición de Milagros Caliva, “Sus ojos de río”, una melancólica pieza instrumental con aires litoraleños. El disco levanta vuelo rítmico en “Seguí nomás”, del pianista y arreglador Andrés Pilar, con la percusión comandada por Agustín Lumerman, que incorpora en este disco bombo de murga y tambor repique. Y en clave rioplatense sigue la versión de “Mi canción”, del uruguayo Hugo Fattoruso, quien también participa como voz invitada y con efecto de vocoder incluido.
En tanto, los músicos Juan Pablo Di Leone (flautas, voz y arreglos) y Federico Randazzo (clarinetes y voz) encuentran su momento de mayor fluidez y despliegue en “Alaridos”, de Ana Robles, una canción que en la voz de Nadia Larcher suena con hondura y dramatismo. Algo similar, pero con tono esperanzado, ocurre en “Monte”, una composición firmada por la cantora catamarqueña. En esta oportunidad, la orquesta que completan el guitarrista Juan Manuel Colombo y el contrabajista Diego Amerise recurre, tal vez, un poco menos a la pista de baile peñera y más a las canciones calmas y reflexivas, como la que cierra el disco, “Vengo”, con música de Andrés Pilar y letra de Horacio Pilar.
Después de los elogiados discos Dueño no tengo (2017) y Mi fortuna (2019), en el que recrearon obras recopiladas por Leda Valladares y de autores como Félix Dardo Palorma, Chango Rodríguez, Violeta Parra, Atahualpa Yupanqui y Armando Tejada Gómez, en el nuevo trabajo se dedican exclusivamente a poner en circulación un repertorio de autores contemporáneos que proponen nuevos discursos. De este modo, llevan a su laboratorio de experimentación folklórica canciones como la chacarera "Pájaro tuerto", del músico, poeta e historiador Gabo Ferro; “La vida, la muerte”, del guitarrista y compositor Juan Saraco; o "Madre Selva", de la cantante, compositora y militante trans Luz Galathea.
Sin estridencias ni recurriendo a lugares comunes del folklore, Don Olimpio organizó y construyó un repertorio con obras de autores nuevas o poco transitadas con un enfoque colectivo, minucioso y osado. Y con una premisa que se enmarca en una tradición dentro de la música popular: la interpretación siempre es una nueva creación. “La interpretación tiene que tener un proceso creativo en el que haya una transformación. Y como resultado de esa transformación, que es una traducción, la intención es que aparezca una nueva forma de expresión, una nueva obra. Porque una interpretación sin eje en lo creativo termina siendo muy hedonista”, sostiene Larcher.