Ciudad Futura definió su estrategia política para 2023 con todas las fichas puestas a la candidatura del concejal Juan Monteverde para intendente de Rosario, en un nuevo espacio que incluye sectores del peronismo y otros todavía por acordar. En un escenario que –avizoran– preanuncia una nacionalización del turno electoral, su objetivo es armar una oferta local competitiva, la más fuerte en disputarle el gobierno municipal al mentado "frente de frentes" que se construye enfrente y parece aglutinar desde Juntos por el Cambio a todo el radicalismo, el espacio de Pablo Javkin y a buena parte del socialismo. En alianza con sectores del peronismo –hasta ahora el Movimiento Evita blanqueó ese acuerdo– y otros espacios de la política, el gremialismo y organizaciones de base, en el afán de acaparar el desencanto que la dilución del Frente Progresista produzca en parte de su electorado.
Caren Tepp, concejala y referente de primera hora, aclara que el espacio propuesto debe ser nuevo. "No es Ciudad Futura incorporándose al Frente de Todos. Construimos otra identidad que cobije a quienes no venimos de militancia peronista", dice en diálogo con Rosario/12. Eso implicará, no obstante, aceptar que el perottismo acaso juegue en la interna con candidato propio.
Ciudad Futura organizó días atrás un encuentro de militantes en el que se definió esta estrategia para 2023. "Este año teníamos 4 objetivos, uno era empoderar los barrios populares con iniciativas de urbanización; otro era lograr presencia en la calle, comunicación con la sociedad civil pese a no ser un año electoral; luego fortalecer herramientas para combatir la inflación como ya hicimos Misión Inflación y ahora la empresa pública de alimentos que esperemos en febrero o marzo ya coloque los productos en góndola. El cuarto objetivo fue hacer el encuentro Ciudades Sin Miedo en Rosario, como plataforma de una articulación política más amplia, de política municipal con otras experiencias latinoamericanas. En un año preelectoral llegó la decisión de empezar a dialogar con otras opciones y construir otra propuesta", se explayó Tepp.
—¿Cuáles objetivos definió CF (Ciudad Futura) para 2023?
—Si fuera como en años anteriores, en febrero deberíamos cerrar listas, pero todo indica que las elecciones provinciales se superpondrán con las nacionales, así que esa definición se correrá a marzo, abril quizás. En Santa Fe hay una clara tendencia a conformar el frente de frentes, con la disolución del Frente Progresista para ir con Juntos por el Cambio, ahora toda la UCR y no solo una parte. Frente a ese reagrupamiento de centro derecha, en CF salimos a dialogar desde la centroizquierda de la provincia, no solo del peronismo, también por parte del socialismo que no está de acuerdo con el frente de frentes. Es configurar una propuesta electoral competitiva que enfrente a la centroderecha en Rosario.
Frente a la nacionalización de las elecciones, nosotros priorizamos disputar las ciudades de Santa Fe, Rosario en particular, con la candidatura a intendente de Juan Monteverde. Más allá de las procedencias partidarias de cada uno, confluir en este proyecto es una oportunidad real. En 2019 los rosarinos y rosarinas buscaron un cambio, pero lo circunscribieron dentro de la misma fuerza, el FPCS, que venía gobernando. El cambio no fue real y hay un gran descontento. CF viene recogiendo el desencanto de sectores progresistas que votaban eso, también del kirchnerismo, izquierda y mucho voto independiente que no cree en partidos políticos tradicionales.
—¿Hasta dónde abarca el acuerdo con el Frente de Todos? El Movimiento Evita lo hizo explícito, pero por otro lado, Roberto Sukerman ha dicho que se siente el candidato natural del peronismo. Y además, está el perottismo.
—Lo de Sukerman tal vez sea una forma de decir que no se olviden de él. No doy nombres ni espacios porque es parte de iniciar un camino concreto. En CF empezamos a conformar estas mesas para generar otra identidad política que nos sume a todas las expresiones. Iremos a interna para cargos ejecutivos, y las listas para legislatura y Concejo será de cada fuerza, de manera de dar disputa pero en acuerdo y con autonomía de cada espacio.
—¿Monteverde es quien mejor mide en comparación con otros nombres del FdT?
—No tengo encuestas del último tiempo, pero creo que el FdT todavía no tiene candidatos, y si será único o deberá definirlos en las PASO. No sé si podrá tener candidatos únicos o necesariamente tendrá que habilitar las PASO para definir sus propios candidatos. Vamos por un frente electoral que no necesariamente debe llamarse Frente de Todos, que para nosotros está agotado para Rosario y la provincia. No es que CF se incorpora al FdT, nosotros tenemos entre 15 y 20% de votos y en algunas hemos superado al peronismo o quedamos muy cerca. Entonces el espacio debe tener otra identidad que cobije a quienes no venimos de militancia peronista. No negociaremos bajar la pelea de nuestro proyecto de ciudad.
—Habrá que ver al peronismo y su histórica vocación de poder, cediendo paso a un candidato no propio.
—Es un desafío histórico el vínculo del peronismo y la izquierda. Es preciso que bajemos los niveles de gorilismo. No formamos parte del kirchnerismo, pero somos una izquierda no gorila, que entiende lo que ha significado el peronismo históricamente, y lo que hay que hacer en siglo XXI. Y por parte del peronismo se requerirá aminorar la voz de los maccarthistas, que también los tienen. Es cuestión de dar la discusión ante un frente que incluye personajes como (Gabriel) Chumpitaz, que reproduce a Bullrich, odio, xenofobia y discriminación como práctica política. El momento es crítico, la desigualdad y la violencia en Rosario imponen disputar el modelo de ciudad.
—¿El perottismo entra en esto?
—Estamos tratando de tener diálogo, acercar nuestra mirada y tener interlocutores. Si configuramos candidaturas ejecutivas para esta interna quizás el perottismo tenga su candidato, haya otros de otra corriente, y nosotros el nuestro, Juan.
—¿Por qué no habrá unidad con fuerzas de centro izquierda como Igualdad, Soberanía Popular?
—Hay charlas... esperemos hasta tener nuestra asamblea, ahora empezamos a invitar para construir esta candidatura por la intendencia con distintos espacios. Hay gente muy valiosa allí, incluso en el socialismo que no se identifican con irse con el PRO. Lo mismo para espacios sociales, sindicales.
—¿Cómo jugará CF a nivel provincial?
—Lo dejamos supeditado a las asambleas del año que viene. Yo probablemente encabece lista de diputados provinciales para fortalecer a CF en otras ciudades; nuestra prioridad es la intendencia de Rosario.
—¿Cómo queda un partido local, casi municipal, en un escenario nacional que polariza todo, con una derecha en avance en detrimento de expresiones populares y progresistas?
—Nuestra apuesta no es la integración a herramientas nacionales existentes sino a construir una red de experiencias municipalistas y generar nuevos instrumentos políticos, nuevas lógicas de construcción, de abajo hacia arriba. Eso se buscó con Ciudades Sin Miedo. Los movimientos del campo nacional y popular tienen el déficit de no generar política municipal. Vamos por eso.
—Alguna vez te habrán reprochado que CF en el Concejo suele hacerle el juego al oficialismo, que Javkin ha logrado construir una mayoría que va más allá de sus propios ediles.
—Hay dos maneras de pararse en un ámbito legislativo: solo como oposición o como concejal que se imagina gobernando alguna vez la ciudad. No es votar cualquier cosa del intendente o votar todo en contra. A diferencia de (Mónica) Fein, Javkin decidió más por necesidad que por otra cosa tener diálogo no exclusivo con el PRO, y más apertura a otros sectores. Si podemos hacer que nuestras propuestas sean política pública hoy, como con la Agencia Antilavado, mejor, porque es poner los proyectos en sintonía con el modelo de ciudad que queremos.