En su ambición por quedarse con un sillón en el Consejo de la Magistratura, el senador Luis Juez acumula exabruptos contra quienes no adhieren a su cruzada personal. Esta vez, con tono mundialista, responsabilizó "al pueblo argentino" por no pelear por ese lugar que él reclama. "Somos jodidos los argentinos, qué pueblo de mierda, le exigimos mucho más a un equipo de fútbol que a los dirigentes", dijo, desbordado, el halcón cordobés de Juntos por el Cambio. Semanas atrás, el ex liceísta y ex embajador macrista en Ecuador, puso en dudas el valor de la recuperación democrática al afirmar que "ningún argentino puede decir que la democracia le cambió la vida". Los repudios por sus dichos no tardaron en aparecer. "Juez cree que formás parte de un pueblo de mierda, el que lo eligió como senador de la Nación. Ese pueblo de mierda se llama Argentina. Lindo", expresó la senadora del FdT Juliana Di Tullio.
En esa línea, también criticó la posibilidad de que Juez sea designado en el Consejo de la Magistratura de la Nación, el órgano que se encarga de administrar el Poder Judicial y proponer y controlar a jueces nacionales y federales. "Este es el senador que quiere (Horacio) Rosatti en el Consejo de la Magistratura para que elija los jueces y juezas que van a tener tu vida en sus manos", remarcó Di Tullio, en referencia a que fue el presidente de la Corte Suprema quien firmó la resolución para que sea Juez quien asuma en ese organismo.
En declaraciones a La Nación+, Juez indicó el domingo que hay una parte de la sociedad que tiene "preparado el quilombo" en caso de que el país quede afuera del mundial de Qatar 2022, pero que "no se mueve de casa" cuando "se roban el país". Eso fue lo que disparó su concepto de "pueblo de mierda".
La diputada del FdT de Córdoba Gabriela Estévez resaltó que Juez "nos tiene tristemente acostumbrados a este tipo de expresiones. Lo hizo con la comunidad gay, lo hizo utilizando a la ciudadanía boliviana como si fuese un insulto, lo hizo insultando al pueblo ecuatoriano cuando era embajador allí", enumeró Estévez en diálogo con Télam.
En ese sentido, recordó que el senador "se burló" en el Congreso cuando los legisladores eran capacitados con los cursos de perspectiva de género de la Ley Micaela.
"Cuando terminó la capacitación, él a modo de chiste hizo el comentario 'me tengo que ir porque me está llamando mi mujer para comer'", sostuvo la diputada. Estévez catalogó a Juez como alguien con un "discurso homoodiante, xenófobo y negacionista" y que es "peligroso" para la democracia. "Amerita un repudio generalizado de quienes formamos parte de las diferentes expresiones políticas de la democracia en este país", subrayó.
El senador del FdT por Tucumán Pablo Yedlin también le contestó a Juez: "No lo fuimos y no lo somos (pueblo de mierda), tenemos un pasado de grandeza y un futuro lleno de esperanza".
En la misma sintonía se expresó la senadora del FdT por San Luis María Eugenia Catalfamo, quien sostuvo que Juez "se olvida" que ese pueblo "al que se refiere con tanto odio y violencia" es también el que "lo eligió" para ocupar un escaño en el Senado. "Por eso hoy ocupa una banca en el Senado, desde donde pretende, también, integrar el Consejo de la Magistratura", resaltó Catalfamo.
A su turno, el senador del FdT por La Rioja Ricardo Guerra también criticó a Juez al indicar que "agrede y ofende" al pueblo argentino: "No podemos permitirlo, llamó a los argentinos y a las argentinas 'pueblo de mierda', el mismo pueblo que lo votó y le paga el sueldo", tuiteó Guerra.
Sin embargo, estas declaraciones no son los únicas polémicas que rodean al senador de JxC y aspirante al Consejo de la Magistratura. La semana pasada, Juez fue denunciado por una mujer a la que habría insultado en la vía pública del centro de la ciudad de Córdoba, informaron fuentes judiciales. La acusación es analizada por el fiscal del Distrito 1 Turno 3, José Mana, y según consta en la presentación judicial se investiga al funcionario por "amenazas".
La mujer denunció que habría sido amenazada por el legislador el martes pasado a la tarde, luego de un entredicho en la esquina de Corro y San Luis, en la capital cordobesa, en cercanías del estudio de abogacía del senador. "La próxima vez que me faltes el respeto te voy a romper la cara, papuda", fueron las palabras que presuntamente le propinó el senador a la mujer denunciante.