El miércoles próximo comenzará en Uruguay la venta de cannabis psicoactivo de uso no médico en las 16 farmacias que cumplen con los requisitos establecidos por el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) de ese país, según informó ayer el organismo a través de un comunicado. “Se dispensarán flores de cannabis –cogollos– envasadas en estado natural, desecadas, sin moler ni prensar”, detalla el informe, que además indica que los primeros beneficiarios serán las 4711 personas anotadas hasta el 10 de julio de este año, y podrán retirar la marihuana al registrar su huella digital en un lector en las farmacias. Inicialmente habrá dos variedades disponibles, denominadas ALFA I y BETA I, y la cantidad que podrá procurar cada persona mensualmente será de 40 gramos.
“Es un momento muy importante en este proceso que empezó con la ley 19.172 en 2013; significa el fin de una primera etapa. Los 4711 usuarios de farmacias se suman a los más de 7 mil usuarios registrados de cultivo doméstico –que se estima que se extiende a unas 14 mil personas–, y a los 63 clubes de cannabis, en los que participan unas 2800 personas”, dijo a PáginaI12 Martín Collazo, investigador del equipo Monitor Cannabis de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República. A la cantidad de personas registradas hasta el 10 de julio, advirtió Collazo, se sumaron más de cien en los últimos cuatro días. “Hoy (por ayer) el número alcanzó las 4894 personas, con lo cual calculamos que por semana se suman, en promedio, unas 300”, apuntó.
De las personas que podrán retirar los envases de 5 gramos de cannabis a partir del miércoles próximo, el comunicado indica que el 60 por ciento vive en Montevideo y el resto en los otros 18 departamentos de Uruguay; el 70 por ciento son hombres y el 30 mujeres; y en cuanto a las edades, 4 de cada 10 tienen entre 30 y 44 años, 3 de 10 son mayores a 45 años y la misma proporción ocupan los jóvenes de entre 18 y 29 años. Respecto al nivel educativo de los registrados, se observa que 4 de cada 10 cuenta con un nivel terciario, mientras que 6 de cada 10 tienen como máximo el nivel secundario de estudios completo.
El informe explica que los envases “fueron elaborados con materiales que aseguran la adecuada preservación de las cualidades del cannabis”, y que “cada unidad contará con una estampilla de seguridad que garantiza su autenticidad. En dicho envase figuran las advertencias sanitarias y las recomendaciones de uso atendiendo al enfoque de reducción de riesgos y daños”. En ese sentido, agrega que el cultivo de la marihuana se desarrolló en invernaderos “bajo estricta supervisión técnica”. “Estos cultivos se desarrollaron por empresas privadas autorizadas por el Ircca y habilitadas por el Ministerio de Salud Pública de Uruguay (MSP). Todas las etapas del proceso cumplen con normas de trazabilidad y calidad que aseguran el alcance de los estándares preestablecidos”, detalla luego. Collazo aseguró que el producto “es inocuo en términos de calidad”, pero que para mantener a los usuarios en el circuito regulado, “lo relevante también es la evolución que hagan del efecto, si es lo que buscan”. En las primeras entregas, habrá dos variedades de cannabis: la ALFA I, “un híbrido de predominancia índica con un contenido de 2 por ciento de THC y 7 por ciento de CBD”; y la BETA I, “un híbrido de predominancia sativa con un contenido de THC de un 2 por ciento y un 6 por ciento de CBD”, explica el comunicado.
Para el investigador miembro de Monitor Cannabis, uno de los principales problemas a los que se van a enfrentar la venta en farmacias en el corto plazo es que “puede que haya escasez”. “Con 5 mil usuarios, si se retiran los 40 gramos mensuales, se estarían retirando 200 kilos por mes –afirmó Collazo–. El tope que estableció el Ircca es de 300 kilos por mes, pero al ritmo en que se están registrando los usuarios en un tiempo no va a ser suficiente. Es un elemento que vamos a monitorear de cerca; creemos que el Ircca va a tener que correr el tope”.
Lograr que los consumidores se integren al circuito regulado es una de las principales preocupaciones del Ircca, lo cual, según advirtió Collazo, no es sencillo. “Aunque hay 7 mil cultivadores registrados, se estima que hay una cantidad similar que todavía no se integraron. Creo que esto ocurre porque no hay suficientes incentivos positivos. Se tiene que aumentar la confianza y generar incentivos”, opinó. Tanto para registrarse como cultivador, como para poder comprar en farmacias, el trámite se realiza en el Correo Uruguayo, y no es un procedimiento burocrático engorroso.
En los casi cuatro años que lleva la ley 19.172, aprobada en diciembre de 2013, para Collazo ya se nota un cambio de gran parte de la sociedad respecto al consumo de marihuana. “El proceso de cambio cultural, en los sentidos y en las nociones sobre el uso, es paulatino. Pero ya corroboramos mediante investigaciones de distinto tipo (encuestas, focus groups) que existe una aproximación entre los adultos y los jóvenes sobre la apreciación de lo que es el cannabis”, sostuvo el especialista. “Esto se nota principalmente en Montevideo. Comienza a haber una precepción menos distorsionada de esta droga por parte de las personas mayores, y ya no la diferencian de otras drogas, como por ejemplo del alcohol”, añadió. Otro de los cambios que destacó fue que “a partir de la regulación, el diálogo dentro de la familia sobre este tema creció muchísimo y los padres cambiaron en muchos casos la relación con los hijos”.
Informe: Juan Funes.