Un asesor tutelar denunció por apremios ilegales a policías de la Ciudad de Buenos Aires que intervinieron en la detención de un chico de once años, que terminó golpeado y atendido en el Hospital Penna. Los uniformados, uno de ellos con placa de identificación falsa, desoyeron la orden del fiscal interviniente de no detenerlo, y la orden del Juzgado de Menores de trasladarlo al Centro de Admisión y Derivación de Menores (CAD). Tampoco dieron intervención al Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, como es de rigor, ni intentaron contactar al adulto responsable a cargo. En su lugar, terminaron llevándolo detenido al centro médico y luego de someter al niño a un trato “violento, discriminatorio e intimidante”, viendo el conflicto que se estaba generando con el personal médico, hicieron huir al niño del sanatorio.
La detención ocurrió el 19 de junio. Ayer, el titular de la Asesoría Tutelar N°1 ante la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario (ACCAyT), Gustavo Moreno, presentó la ampliación de la denuncia.
Moreno explicó a PáginaI12 que “ese día, a las cuatro y media de la tarde me llamó una trabajadora social del Penna para contarme que había un conflicto muy fuerte entre el personal médico y la policía que había llegado con un chico en la ambulancia del SAME. Además, estaban preocupados porque los policías no querían identificarse. Una hora después, me llaman para decirme que, con la anuencia de la policía, el niño se había fugado”, contó el asesor tutelar, quien tuvo que reconstruir la secuencia completa desde la detención hasta la “fuga”.
Según lo que pudo establecer, aquel lunes, alrededor de las 13, había dos chicos que fueron interceptados por dos policías motorizados porque, según los uniformados, tenían una actitud esquiva. Según el jefe de Área de la Comisaría Comuna 4, los agentes acudieron porque ocasionales peatones dijeron que los chicos estaban cometiendo ilícitos.
Tras una breve persecución, el chico de once años fue detenido. A las 13.20, el SAME registró el llamado de los uniformados para Avenida Caseros 2900 con “Código P”, es decir “traumatismo leve-herida cortante”.
Moreno contó que “lo corren porque tenía una actitud esquiva, algo que no puede justificar una persecución y detención. Hablaron de un ilícito que nadie pudo precisar. No hay testigo de delito alguno. Además, una vez que lo detienen consultan al fiscal, quien les dice que no apliquen el protocolo de flagrancia y que le den intervención al juez de Menores. Y el juzgado de Primera Instancia de Menores (N° 5) les ordena trasladarlo al CAD. Y nada de eso se cumplió”.
“En cambio, llaman al SAME porque dicen que el chico está exaltado. Cuando es evidente, no solo por el pedido registrado en el servicio de asistencia que solicitan sino por cómo aparece el chico, que hubo algún grado de violencia y fue golpeado”, dijo el asesor y remarcó que “para mí es una cuestión de apremios ilegales y privación ilegítima de la libertad”.
La secuencia siguió en el hospital, adonde el chico ingresó a la guardia arrastrado por personal policial que no se identificó, según consta en la copia de hoja de Enfermería y la Historia Clínica.
Cuatro policías armados mantuvieron custodiado al chico, dentro de un consultorio. Afuera, en la puerta, dos más vigilaban.
El representante del Ministerio Público Tutelar continuó explicando que “el personal médico que atendió al chico tuvo que pedirles varias veces a los policías que se identificaran. Uno de ellos mostró una placa que después se constató que era falsa. Además, insistieron para que se retiraran y poder revisar al niño y se negaron. Algo que es totalmente ilegal”, señaló.
Los médicos constataron las lesiones del chico, pero éstas no fueron informadas al Juzgado de Menores por los policías, quienes además, contradiciendo la orden del fiscal de no aplicar el protocolo de flagrancia, labraron un acta de detención y “solicitaron a dos personas –que no estaban al momento de la aprehensión sino en el Hospital Penna– que salieran de testigos”, según consta en la ampliación de la denuncia radicada en la Fiscalía Nacional de Instrucción N°7.
A las 17.30, el informe hospitalario que adjuntó la Asesoría señala que “se nota la ausencia del niño y su custodio del consultorio (...). Personal de de Seguridad del hospital comenta que le llamó la atención que el niño salió con la policía al patio y ‘se fueron caminando hacia la salida’ (...) Una madre de otro paciente dice haber escuchado que le decía ‘ahora andate”.
Finalmente Moreno resumió la actuación policial:”Hubo un trato violento, vejatorio e intimidante hacia el chico. No se hizo un uso racional de la fuerza ni se garantizó su protección, tengamos presente que hablamos de un chico de 11 años. Y facilitaron la fuga para encubrir el maltrato”, sintetizó el asesor tutelar.