Al igual que Argentina, Polonia también busca repetir lo de México '86. Claro que la ambición de las Águilas Blancas es un tanto más modesta: volver a jugar octavos de final, algo que no logran desde hace 36 años. En sus participaciones posteriores de 2002, 2006 y 2018 no pasaron de primera ronda e incluso siempre arrancaron perdiendo sus dos primeros partidos, por lo que la despedida fue casi exprés. También coincidieron esos planteles en que ganaron su tercera fecha de grupos, algo que esperemos no se repita este miércoles.

Con cuatro puntos en dos fechas y líder de su grupo, lo del equipo dirigido por el exarquero Czeslaw Michniewicz ya es valorable para el país que supo ser tercero en Alemania '74 y España '82. Para avanzar a octavos le basta con sacar un empate ante Argentina por lo que se especula con que el DT profundice el estilo defensivo de sus dirigidos, algo que negó en la previa del encuentro.

Carpeta bajo el brazo, Michniewicz da indicaciones. Para los partidos se calza el traje. (AFP)

"No quiero hablar de estilo. Hemos escuchado mucho al respecto. No vamos a jugar al 0-0 seguro porque contra Argentina no se puede jugar así. Es uno de los candidatos a pelear el Mundial y siempre encontrará oportunidades para anotar en el partido", justificó en diálogo con el medio polaco Interia Sport el nacido en Byarozawka, Unión Soviética (hoy Bielorrusia), hace 52 años.

Un equipo corredor

A la falta de ambición ofensiva, Polonia la compensa con voluntarismo. El elenco europeo viene de correr más que México (109,3 kilómetros contra 106,5) y que Arabia Saudita (114,8 contra 113,9). La diferencia entre los dos partidos deja entrever que Polonia se acomoda al planteo que le proponga su rival de turno, no importa la jerarquía del mismo, ya sea un ritmo más lento como el mexicano o un juego sin descanso como el que prefieren los saudíes. El mayor recorrido de los polacos ante los asiáticos resultó toda una sorpresa ya que Arabia venía de vapulear a la Argentina en ese aspecto: 112km contra 102, el partido con más amplitud métrica de las dos primeras fechas del Mundial.

El lateral Matt Cash, compañero de Dibu Martínez en el Aston Villa. (AFP)

A la hora de nombres propios, el que más corrió hasta ahora es el lateral izquierdo Bartosz Bereszynski (de la Sampdoria) con 21 kilómetros. Segundo viene Lewandowski (20,99), quien no tiene ningún privilegio de estrella. Luego aparecen el volante de marca Grzegorz Krychowiak (del Al Shabab saudí), con 20,95, y el lateral derecho nacido en Inglaterra, Matt Cash (del Aston Villa), con 20,6. En consecuencia, a esperar mucha actividad por las bandas polacas.

El DT y el peluquero

El DT Michniewicz fue noticia en la previa del Mundial por asistir a una charla de Marcelo Bielsa pero en su país se hizo conocido mucho antes y por un hecho menos feliz. En una investigación por arreglo de partidos, la Justicia determinó que entre 2003 y 2005 el DT, por entonces al frente del Lech Poznan, intercambió llamadas telefónicas en 711 ocasiones con Ryszard F, más conocido como "El Peluquero" y condenado por amaño de partidos en su país.

Szczesny, la gran figura

Los flashes irán con Lewandowski, pero toda esperanza polaca se sostiene en el guardián de su arco, Wojciech Szczesny. El arquero de 32 años, en la Juventus desde 2017, es dueño de una de las tres vallas invictas del Mundial (junto a Marruecos y Brasil) y tiene el segundo mayor número de atajadas (9) -por detrás del serbio Vanja Milinkovic-Savic (12)- con pico de heroísmo con una doble tapada con penal incluido ante los saudíes.

De todos modos, ese no el dato que mejor habla de Szczesny. Al arquero no le hicieron goles en los últimos seis partidos entre selección y club. Su importancia se hizo sentir en la Liga de Naciones de la UEFA de este semestre, donde Polonia consiguió conservar la categoría en la División A: en cuatro partidos con él en el arco, los polacos sufrieron cuatro tantos, mientras que en los dos que no estuvo, les embocaron ocho.

Los pases errados, todo un tema

Si algo caracteriza a esta Polonia es su completo rechazo al juego de posesión. Ante México cerró con un 39 por ciento de posesión y ante Arabia con un 36. La tendencia se hace norma de revisar los últimos diez partidos del equipo: en promedio, suma un 38,3 por ciento de posesión contra un 61,7 del rival. Es decir, terreno propicio para el juego preferido de la Argentina.

En tanto, algo que sorprende en sus presentaciones es el alto número de pases errados. En este Mundial acertó apenas el 76 por ciento de sus pases (625 intentados), mientras que sus rivales tuvieron un 88% (1.045 intentos). La cifra argentina en ese rubro es del 87%, con 1.143 pases. En ese sentido, Polonia es uno de los equipos que más rápido pierde la pelota en lo que va de Qatar 2022: le dura 8 segundos promedio en los pies, mientras que tarda 12,5 segundos en recuperarla. Argentina, todo lo contrario: le dura 13 segundos y la recupera en 8,5.

Todo un síntoma de la idea de juego de Polonia se refleja en quien lleva la número 10: el volante de marca Grzegorz Krychowiak. El mediocampista de 32 años, uno de los pocos que mantiene colita de pelo en un fútbol de peinados idénticos, supo jugar en el Sevilla y el PSG, pero las últimas temporadas se paseó por las ligas de Grecia, Arabia Saudita y Rusia.

Un Lewandowski liberado

Si "Roberto" gritó con alma y vida el gol del 2 a 0 ante Arabia Saudita se debió bastante a que fue su primer festejo mundialista, luego de irse seco de Rusia 2018 (tres partidos completos, cero goles) y arrancar su aventura en Qatar con un penal atajado por el mexicano Memo Ochoa. Habrá que ver cómo afecta al goleador del Barcelona haberse sacado ese estigma de encima.

El nueve nacido en Varsovia hace 34 años es capitán, goleador y símbolo del equipo; sin embargo, un compañero se le adelantó para marcar el primer polaco en el Mundial. Fue Piotr Zielinski, pieza clave del mediocampo del Napoli y con llegada al área rival, como en el 1 a 0 vs Arabia Saudita.

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