La empresa química Carboclor cerró su planta de Campana y despidió 128 trabajadores. La compañía, que pertenece en un 74,3 por ciento a la firma estatal uruguaya Ancap, había informado su determinación a fines de mayo cuando acusó la existencia de “una grave situación financiera”. El martes pasado dispuso el cierre definitivo. Cuando arribaron a las instalaciones esa mañana los operaciones debieron corroborar si su nombre figuraba en la lista de personas habilitadas para ingresar a la planta. El día anterior se había celebrado una audiencia en el Ministerio de Trabajo donde la cartera que conduce Jorge Triaca acompañó pasivamente el cierre. La empresa conservará las actividades de distribución y logística asociadas a la Terminal portuaria que funciona en el mismo predio. La crisis en la industria química no está limitada a Carboclor sino que se extiende al resto del sector. En lo que va del año se contabilizan más de 500 despidos. En términos territoriales el cierre de la planta química emplazada en Campana se suma a la decisión del Gobierno de paralizar las obras en la central nuclear de Atucha dejando alrededor de 1000 trabajadores sin empleo.
La empresa controlada por el Estado uruguayo registra pobres resultados desde 2013 pero la situación se profundizó durante 2016 como consecuencia de la caída de la demanda interna, la apertura importadora, la caída en los precios internacionales de sus productos y el cambio de normas regulatorias para la elaboración de naftas sin plomo, que dejó fuera de mercado a uno de sus principales productos, el MTBE, cuyo uso fue prácticamente prohibido. Carboclor había iniciado en julio del año pasado un proceso de búsqueda de interesados en comprar, total o parcialmente, las plantas del norte bonaerense, o en asociarse a los actuales dueños. Llegó a fin de año sin contar con ofertas concretas, por lo cual Carboclor pidió su concurso preventivo (asamblea de acreedores para refinanciar la deuda) para evitar la quiebra. En el mes de febrero de 2017, la Justicia comercial argentina aceptó y abrió el concurso. “Carboclor S.A. desvinculó 128 empleados”, informó la empresa a través de un comunicado enviado a la Comisión Nacional de Valores el martes pasado después de reunirse con autoridades de la cartera laboral en el marco de la finalización del proceso preventivo de crisis.
A comienzos de junio, previo al cierre de Carboclor, un grupo de legisladores presentaron un proyecto de ley en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires para declarar la emergencia de la industria química. Al cierre de la firma se suma la baja de persianas en dos plantas de Atanor y una de Linde. Asimismo existen otras firmas de menor envergadura donde también se despidieron trabajadores como Quipro y Agrofina. En 2016 se habían registrado despidos hormiga, más que nada en las empresas chicas de poco personal. También se abrieron retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas. La situación no mejoró. Las empresas que trabajan para las industrias alimenticia y automotriz vienen en baja, mientras que las que venden al sector de agroquímicos y al de insumos para la construcción están en una situación despareja. Sin embargo, se observa en todos los casos que hay un viraje en la estrategia comercial en favor del negocio importador.
El último informe de la consultora Radar sostiene que la importación de Soda Solvay (carbonato de sodio) creció 35 por ciento en cantidades durante los primeros cinco meses del año en relación al mismo período de 2016. En ese sentido advierten que “el aumento de las compras al exterior está impactando negativamente a la empresa productora nacional, que se ubica en la provincia de Río Negro y emplea alrededor de 500 personas”. El informe indica además que “las exportaciones del sector muestran una caída de 4 por ciento en lo que va del año. Esta baja se debe a la merma de los envíos a Brasil (20 por ciento), que explica un cuarto de las ventas al exterior”. En tanto, las exportaciones al resto de los países limítrofes se mantienen prácticamente sin variaciones, aunque con heterogeneidades en su interior.