El Gobierno pretende colocar deuda por 12.500 millones de dólares en los mercados internacionales. El Ministerio de Finanzas a cargo de Luis Caputo hizo una presentación ante la comisión de valores de Estados Unidos (SEC) para pedir autorización para emitir nuevos títulos públicos por ese monto. Se trata del pedido más importante desde abril de 2016, cuando el equipo económico recibió autorización de la SEC para colocar bonos por 16.500 millones de dólares, papeles destinados a cancelar la demanda de los fondos buitre. En lo que va del año ya se emitieron algo más de 10 mil millones de dólares, entre los que se computa los 2750 millones de dólares del bono a 100 años a una tasa de rendimiento del 7,9 por ciento.
El pedido de Caputo a la SEC se conoció ayer y se trata de la segunda solicitud para emitir deuda más importante de la historia del país. Desde el Ministerio de Finanzas aseguraron que esta presentación ante la comisión de valores norteamericana hará más sencillo el proceso de emisión en la plaza internacional para los próximos meses, aunque no necesariamente este monto de 12.500 millones de dólares será emitido este año. Para cerrar el programa financiero de 2017 el Gobierno debería emitir por lo menos 5500 millones de dólares.
El endeudamiento es uno de los principales pilares de la política económica aplicada en los últimos 18 meses. El Gobierno informó que la deuda pública bruta alcanzó en diciembre pasado los 288 mil millones de dólares, con un incremento del 14 por ciento respecto de los montos computados a fines del 2015. Algunos economistas aseguran que este proceso es insostenible y que la imposibilidad de mantener este sendero de endeudamiento se acelera por la colocación de bonos de las provincias y de obligaciones negociables de las empresas. Arnaldo Bocco, director de la carrera de Economía de la UMET, precisó que este año la Argentina fue el país con las mayores emisiones de bonos corporativos entre los países emergentes.
El equipo económico estimula esta situación y en sus últimas medidas generó mayores incentivos a las provincias para que se endeuden en el exterior. Esto se debe a que el Banco Central limitó al sistema financiero local a prestarle recursos a las gobernaciones, por lo cual deben salir a endeudarse en el exterior. El resultado es que aumentan los pasivos de la economía en dólares y con tasas de interés elevadas respecto a las que paga la región. Muchas de las colocaciones que se hicieron en los últimos meses superaron el 7 por ciento, cuando los títulos de países como Chile pagan menos del 4 por ciento. Esta semana, por caso, la provincia de Buenos Aires emitió en los mercados internacionales unos 500 millones de euros, siendo el Deutsche Bank, el HSBC y el Santander los encargados de la operación.
La economía argentina muestra serios desequilibrios, entre los que se destaca el rojo de la cuenta corriente. Este año las consultoras de la city proyectan que habrá un déficit de casi 15 mil millones de dólares, el equivalente a 3 puntos del PIB, lo cual se está cubriendo con la emisión de deudas. La salida de capitales también es financiada con la colocación de pasivos externos. El esquema es similar al de la convertibilidad y no pudo sostenerse cuando los grandes bancos de inversión y organismos de crédito internacional, como el Fondo Monetario, dejaron de prestarle al país. Las consecuencias fueron una fuerte volatilidad económica, con incremento de la pobreza, aumento del desempleo y caída notable de la actividad.
Las reservas internacionales del BC evidencian estos problemas para generar divisas que no sean de deuda. En los últimos meses sólo consiguió aumentar el stock de divisas cuando ingresaron dólares por emisiones de las provincias o de empresas que colocaron obligaciones negociables. Pero en la mayoría de los días hubo fuertes pérdidas, lo que generó que desde abril hasta ahora se hayan perdido unos 4 mil millones de dólares. Ayer las reservas finalizaron en 48.242 millones de dólares, con un retroceso de 30 millones.