Vidalandia, la provincia de Buenos Aires bajo María Eugenia Vidal, fue en realidad Afilandia, tierra de espías. Los obsesionaba una tarea: maniatar al movimiento sindical. Así se desprende del dictamen aprobado por la mayoría de la comisión bicameral que fiscaliza los organismos de inteligencia.
La AFI es la Agencia Federal de Inteligencia, creada por Cristina Fernández de Kirchner para reformar la antigua Secretaría de Inteligencia del Estado y reconvertida por Mauricio Macri, según el dictamen de mayoría, en una policía política.
Ese dictamen afirma que las acciones de la AFI de Macri y Vidal se encuadran “en lo que hemos denominado un plan sistemático de espionaje ilegal y persecución política, que está totalmente alejado de quienes cínicamente pretenden hacer creer a la sociedad que se trataba de simples hechos de ‘cuentapropismo’”.
La idea del cuentapropismo fue la que esgrimió la minoría, integrada por los diputados Miguel Bazze (radical), Cristian Ritondo (PRO) y el senador Ignacio Torres, también del PRO. El dato clave es que Ritondo, precandidato a gobernador para 2023, fue ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires con Vidal. Es decir, una pieza fundamental del aparato bonaerense. El otro dato clave es que incluso una persecución ejercida por cuentapropistas no invalida que haya sido una persecución. Una discusión bien conocida en la Argentina: la hipótesis de que existió un plan versus la hipótesis de que, si es que hubo algún delito, fue un “exceso” cometido por algún grupo aislado sin relación con la cadena de mandos.
Dice un párrafo del dictamen de la minoría que aquí se transcribe respetando mayúsculas, minúsculas y sintaxis original: “En cuanto al hecho que dio origen a la creación de la Subcomisión, la reunión realizada en la sede del banco provincia el día 15 de junio de 2017, que fuera denunciado por la ex interventora de la AFI, de los testimonios aportados no se desprende ningún elemento probatorio serio acerca de que la presencia de los agentes de la AFI que participaron de la misma haya sido ordenada por el ex Director General Gustavo Arribas y la ex Subdirectora Silvia Majdalani, ni por el Ex Presidente Macri ni la ex Gobernadora María Eugenia Vidal”.
La subcomisión a la que se refiere fue creada por la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia.
El dictamen de mayoría, por el contrario, sostiene que los recursos estatales de inteligencia “fueron puestos a disposición de intereses económicos privados ajenos a cuestiones estratégicas”. Dice también que “la conducción de Arribas y Majdalani convirtió a la AFI en un organismo de inteligencia policial político-partidario, a imagen y semejanza de la ‘Geheime Staat Polizei’: la GESTAPO DEL TERCER REICH”.
La mención a la policía política de Adolf Hitler surge de cuando, en esa reunión celebrada por agentes de inteligencia y empresarios en la sede porteña del Banco Provincia, Marcelo Villegas, ministro de Trabajo de Vidal, lamentó no tener una Gestapo para lidiar con el movimiento sindical.
La sede de aquella reunión no fue aleatoria. A veces, autoridades bonaerenses utilizan instalaciones del Banco Provincia en el microcentro. Pero en tiempos de Vidal lo esporádico se hizo costumbre, y esas oficinas fueron frecuentadas más que la Casa de Gobierno de La Plata. Se explica: quedan a tres cuadras de la AFI.