Las antologías en el cine de terror (múltiples corto o medio metrajes de diferentes directores reunidos en una película) se han convertido en uno de los recursos más utilizados dentro del género, sobre todo en el ámbito de las producciones independientes. Algunas ya son franquicias muy exitosas como The ABCs of Death y V/H/S o las más recientes Cuentos de Halloween y Southbound, las dos de 2015.
Pero XX, que se estrenó en la pasada edición del festival de Sundance y ahora acaba de aparecer en Netflix, es una cuestión diferente. Se trata de la primera antología escrita y dirigida sólo por mujeres: Roxanne Benjamin, Karyn Kusama, la cantautora St. Vincent (que aquí figura con su nombre real, Anne Clark) y Jovanka Vuckovic fueron las realizadoras elegidas para este proyecto que se comenzó a gestar en 2012. Cada una de las cuatro historias, además, está protagonizada por mujeres.
La idea por sí sola ya es algo rupturista en un género predominantemente masculino. Los números hablan: de los 96 directores que han trabajado en las cinco antologías de horror más taquilleras de los últimos años, apenas seis son mujeres. Y si la cuenta arranca desde que Georges Melies realizó Le Manoir du Diable (La Mansión del Diablo) en 1896, considerada como la primera película de terror de la historia, el número de mujeres directoras en este género no llega a cien, según las listas de obsesivos más serias. Cierto: es un género que suelen protagonizar mujeres, las actrices, las scream-queens y las villanas, desde Misery hasta The Haunting, pasando por El bebé de Rosemary y Scream y hasta El exorcista. Pero el desequilibrio en el aspecto de creación y producción es obvia.
“XX se creó en respuesta directa a la falta de oportunidades en el cine, sobre todo en el género de terror”, dice Jovanka Vuckovic, la periodista ex directora de la revista de horror Rue Morgue, quien además de dirigir uno de los segmentos es productora de la antología. Comenzó a trabajar la idea desde 2012 con su amigo el productor Todd Brown. Al principio se barajaron muchos nombres: Jennifer Lynch (directora de Boxing Helen –traducida como Amores que matan– hija de la leyenda, David Lynch), Mary Harron (Psicópata Americano), las hermanas Jen y Sylvia Soska (See No Evil 2) y Antonia Bird (Voraz), quien abandonó el proyecto cuando fue diagnosticada con cáncer terminal. Murió en 2013 y a ella está dedicada la película. Las demás figuran en los agradecimientos abriendo la puerta para la segunda parte. Finalmente a Vuckovic se sumaron Karyn Kusama, quien dirigió La invitación (The Invitation, 2015, también está en Netflix), la productora Roxanne Benjamin y St. Vincent, además de la directora mejicana Sofía Carillo, quien dirige el corto de animación que une todas las historias.
El resultado es una variedad de enfoques que van desde el terror psicológico, pasando por la comedia negra y el cine gore ciento por ciento género. Una mezcla llena de coherencia y mucho talento. XX arranca con La caja (The Box) de la canadiense Jovanka Vuckovic, la única adaptación de la película, basada en un cuento de Jack Ketchum publicado en 1994. Cuenta la historia de una familia en la víspera de Navidad: una mujer viaja en tren con sus dos hijos cuando el pequeño de 7 años (Peter DaCunha) se intriga por una caja que un extraño hombre lleva sobre sus piernas. Le pregunta: “¿Qué hay en la caja?” y este le muestra el contenido. Desde ese día el niño deja de comer. Al principio su madre (Natalie Brown) se muestra despreocupada hasta que la cosa pasa a mayores. El niño le cuenta el secreto a su hermana y la chica también deja de comer. Y este es solo el comienzo. Vuckovic, conocedora del género, produjo XX y prepara Riot Girls, su primer largometraje, que se estrenará este año. Con La caja se sumerge en los costados oscuros de la maternidad con un ritmo de inquietud que pesa en el aire.
St. Vincent (Anne Clark) hace su debut como directora con La fiesta de cumpleaños (The Birtday Party), una historia de delicado humor negro. Melanie Lynskey, de Las ventajas de ser invisible (The Perks of Being a Wallflower, 2012) interpreta a una madre desquiciada y obsesiva que está organizando la fiesta de cumpleaños de su hija. Todo sale perfecto hasta que el padre de la niña se suicida justo cuando los invitados están llegando. Sus intentos para ocultar la tragedia y que no se arruine el festejo son alucinantes. Con el uso de colores estridentes, Clark crea una atmosfera divertida y agonizante que habla de la presión de las apariencias. La organizadora del evento interpretada por Sheila Vand, la vampira en skate y blanco y negro de Una chica vuelve a casa sola de noche (A Girl Walks Home Alone at Night, 2014) es la frutilla de esta torta de cumpleaños macabra.
No caigas (Don’t Fall) es la tercera historia y es puro slasher de los años 80, un homenaje a las películas de jóvenes-en-campamento- que-van-a-morir. Roxanne Benjamin, su directora, es una de las productoras más importantes dentro del género en la actualidad. En su curriculum destacan The ABCs of Death 1 y 2; V/ H/S Viral y The Devil’s Candy. Su debut como directora fue en otra antología de terror: Southbound (2015), que también produjo. Para esta, su segunda experiencia, cuenta la historia de dos parejas de excursionistas que encuentran extraños petroglifos antiguos. Pronto una de las jóvenes es poseída por fuerzas sobrenaturales y se desata la carnicería. Benjamin agrega la cuota necesaria de diversión de género.
“Las mujeres tienen mucho a que tener miedo”, dice Karyn Kusuma, directora de Su único hijo vivo (Her Only Living Son) la última de las historias y quizás la mejor. Kusuma es la que más experiencia tiene en dirigir: Girlfight, golpes de mujer (2000), Æon Flux (2006) o Diabólica tentación (Jennifer’s Body, con Megan Fox, de 2009), entre otras. En 2016 se ganó el respeto de los fanáticos del terror y de la crítica con la impecable La invitación. Para XX dirige la historia de una madre (Christina Kirk, insuperable en este papel), que está en la cocina junto a su hijo que está por cumplir 18 años. Conocemos la historia de una mujer que toda su vida escapó de un marido que suponemos violento. Pero la verdad es otra. Su único hijo vivo es un claro homenaje a El bebé de Rosemary de Polanski, en clave fanfiction.
XX es una propuesta sólida que reúne a cuatro directoras que realizan giros interesantes en la forma tradicional de contar las historias dentro del terror, y que además traen ideas novedosas poco exploradas por una industria tan poco diversa: una mirada propia, diabólicamente refrescante.