Con un golazo de Mathew Leckie, Australia venció 1-0 a Dinamarca y se clasificó para los octavos de final del Mundial de Qatar, instancia en la que podría ser rival de Argentina: si el equipo de Scaloni derrota a Polonia y gana su grupo, el cruce de octavos será ante los oceánicos. La victoria australiana dejó sin chances a Túnez, que igualmente tuvo una despedida del Mundial heroica ya que superó 1-0 a los suplentes de Francia para dejar el torneo con la mejor imagen posible.
Con Francia cortado como líder y casi ganador de grupo -sólo una goleada en contra y un triunfo australiano podía desbancarlos del primer lugar-, el interés de la definición pasó al duelo entre australianos y daneses, que podían resolver mano a mano el escolta de los galos. Pero mientras ambos protagonizaban un duelo sin mayores variantes, con los daneses chocando contra el muro planteado por los australianos, Túnez se puso en ventaja ante Francia por intermedio de su capitán Wahbi Khazri y cambiaba la historia: los tunecinos, además de lograr su primera victoria ante un rival europeo, se metían en los octavos.
Sin embargo, tres minutos después del tanto de Túnez llegó la jugada del día en el Grupo D: Leckie armó un unipersonal frente a la sorprendida defensa danesa y con un remate cruzado venció la resistencia del arquero Kasper Schmeichel. El gol volvía a colocar a los australianos en zona de clasificación, lo que agudizó la postura de aguantar el resultado frente a los embates de Dinamarca.
Los minutos corrieron y todos los intentos daneses murieron entre los centrales y las manos del arquero Mat Ryan. En simultáneo, Túnez sostenía la victoria ante Francia, más allá del ingreso de algunos titulares como Kylian Mbappé, Antoine Griezmann o Adrien Rabiot. En el noveno minuto de descuento, el delantero de Atlético de Madrid llegaba al empate para sostener el invicto, pero el VAR marcó una posición adelantada que mantuvo todo igual: Francia descansó pero perdió, Australia festejó el triunfo y la clasificación, Tuñez celebró una victoria histórica más allá de no avanzar y Dinamarca se convirtió en la gran decepción, ya que no sólo no cumplió con su rol de favorito a pasar, sino que se fue con un punto y dos derrotas de un torneo en el que se esperaba que hiciera mucho más.