"Asumí la Secretaría General del Sindicato con 59 años, pero ya tenía 30 años realizando diversas tareas aquí dentro; cómo nunca sentí que esto fuera una carga, siempre digo que cuando empiece a jubilarme y sacarme cosas de encima, voy a tener que buscarme un trabajo, porque en realidad pasé todos estos años en actividades que de ninguna manera viví de forma rutinaria", señala Hugo Vitantonio a Rosario/12. Mañana, el Director de la Escuela de Música MusiMedios asumirá su segundo período como Secretario General del Sindicato de Músicos de Rosario.

"Yo tuve la suerte de que en un momento de mi vida me encontré con esta institución, pasaron muchos años y nunca ocupé un lugar destacado, pero nunca tuve ningún inconveniente para poder realizar sueños personales. Aquí es donde fundé la Escuela de Música, que es mi obra, si por algo pasaré o seré criticado será por esta escuela, que actualmente dirijo. Desde lo vocacional, debo estar muy satisfecho, volvería a elegir el mismo camino", agrega Vitantonio.

 

“Cada afiliado y músico que llega es alguien importante, es mucho más que un DNI o un número de asociado”.

 

Desde la mirada estrictamente institucional, Vitantonio explica que "en un sindicato como el nuestro tenés que estar los 365 días del año trabajando, y por decirlo de una manera esquemática, en campaña. Cada afiliado y músico que llega es alguien importante, una personalidad artística, es mucho más que un DNI o un número de asociado. Aquí no hay posibilidad de hacer una campaña de un mes y pretender ocupar un lugar, porque no hay posibilidad, los liderazgos aquí hay que revalidarlos todos los días, porque con cada persona que hablás significa hacerlo con alguien de importancia. En ese sentido, creo que esto confirma una línea tradicional,ya que casi todos los compañeros que quisieron desarrollar experiencias dentro de la institución han tenido sus lugares, y ahora están incorporados en los organismos directivos. Es por eso que hasta hoy, al menos en los últimos 50 años, nunca ha habido listas compitiendo, sino que las competencias han sido básicamente las de luchar contra la imposibilidad de lograr las metas previstas. Eso genera un clima muy especial. Los recursos no abundan, por eso, asumir un liderazgo en un sindicato como éste es pensar en que uno llega a un lugar para dar y es muy poco lo que se va a poder llevar de allí, excepto la propia satisfacción".

En función de la gratificación personal, Vitantonio agradece a sus compañeros "porque que me han propuesto continuar, y sobre todo porque se han ofrecido a acompañarme en esta tarea, como es el caso de (Rodolfo) "Cholo" Montironi o Gregorio de la Vega, personas que han hecho todo un recorrido con reconocimiento internacional, así como también gente joven que está haciendo sus aportes, y que trabajan en distintos géneros musicales; eso enriquece una gestión y en lo personal me llena de orgullo. Hoy estamos tratando de resolver una brecha generacional entre aquellos dirigentes que son de mi época, porque somos parte de una generación que ya está en retirada ‑si bien lo digo a título personal‑, y la generación que se ha ido incorporando. Trabajamos fuertemente para que puedan ir realizando una cantidad de aprendizajes que sean propios del funcionamiento de una organización sindical".

La mirada de acción gremial de Vitantonio distingue claramente "dos momentos muy importantes de participación, que son muy distintos entre sí. Primero, la actividad laboral en general la organiza y disciplina el estado a través de las leyes, ése es un lugar donde tenemos que estar siempre activos y presentes, bregando para progresar en cuanto a los derechos que tenemos como trabajadores. Es un lugar puramente político e institucional, al que tenemos que prestar atención permanentemente. El otro lugar donde nosotros actuamos es el que tiene que ver con la discusión con aquellos que contratan los servicios de los músicos, porque allí, ya sea en el marco de convenciones colectivas o de discusiones conciliatorias en los espacios ministeriales,tenemos que ir a dar pelea por situaciones concretas que tienen que ver con el sustento y con lo que el músico debería o debe ganar por su trabajo. Esta segunda instancia es exclusivamente sindical, y cuando no se obtienen resultados hay que salir a dar pelea desde la presión sindical, siempre dentro del estado de derecho, y si corresponde, judicializar las situaciones. Para abordar esas distintas instancias hay que tener una preparación que no es la misma que tuvimos nosotros cuando nos formamos como músicos. Ésa es hoy nuestra mayor preocupación".